Sener Aeroespacial ha tenido que salir a la palestra para desmentir las informaciones que hablaban de la firma de una alianza con el fondo estadounidense Bain Capital para comprar la empresa vasca ITP Aero a la británica Rolls-Royce por unos 1.600 millones de euros. La española Sener reconoció haber estudiado el asunto pero ayer mismo negó haber llegado todavía a ningún acuerdo.
La empresa fue clara: “Sener está en conversaciones con distintos actores con vistas a un potencial análisis de la operación desde una perspectiva industrial, sin que se haya tomado de momento ninguna decisión al respecto”. La propia Rolls-Royce ha reconocido también en un comunicado que si bien ha decidido negociar en exclusiva con Bain, aún no hay nada cerrado, lo que probablemente tenga que ver con que Sener no haya firmado nada.
La involucración de Sener en el proceso sería clave para Bain porque así el fondo norteamericano cumplirá el requisito fijado por el Gobierno de mantener la españolidad de la compañía. Dicho requisito establece que al menos el 40% del capital de la compañía debe estar en manos españolas y forma parte, junto a que los compradores no deben sobreapalancar la compañía (utilizar demasiados fondos prestados) y a que deben proporcionar unos 600 millones para que el fabricante aéreo pueda invertir en seguir creciendo, de las tres condiciones impuestas por el Gobierno cuando Rolls-Royce pidió permiso a principios del pasado mes de julio para realizar la operación.
El permiso del Gobierno español es indispensable desde el año pasado, cuando se estableció que el Consejo de Ministros debe autorizar cualquier compra de más de un 10% por un inversor no europeo de una empresa estratégica española. Además, al ser ITP una empresa de defensa, el Gobierno tiene una posibilidad extra de veto. El proceso también debe contar con el beneplácito del Gobierno vasco.
Si Sener se involucrara finalmente en la compra de ITP se daría una situación paradójica, ya que fue precisamente Sener quien fundó ITP junto a Rolls-Royce en 1989 para fabricar los motores del Eurofighter y los de los aviones de fuselaje ancho de Boeing y Airbus. No obstante, en el año 2016 Sener vendió su parte, del 53%, a la empresa británica por 720 millones de euros. Ahora, Rolls-Royce se encuentra en un mal momento a raíz de la crisis de la Covid-19 y ha tenido que recortar unos 7.000 empleos. Uno de los sectores más afectados por la pandemia ha sido precisamente el de los aviones de fuselaje ancho que motoriza ITP, así que la venta de la empresa vasca tiene su explicación.