Pocas semanas después de que fuesen declarados listos para el combate la Fuerza Aérea de Estados Unidos (USAF) ha decidido retirar del servicio diez aviones de combate F-35 por problemas técnicos. Los mismos fallos han sido localizados en otros 47 aparatos, si bien aún estaban pendientes de ser reconocidos como aptos para combatir. De estos últimos, otros 15 ya habían sido entregados a la USAF.
La noticia ha sido revelada por la cadena de televisión norteamericana CNN, que afirma que en estos aviones “se desprende y se desmenuza el material de aislamiento del sistema de refrigeración de los tanques de combustible”.
La Fuerza Aérea estadounidense anunció la primera semana de agosto que ya disponía de su primer escuadrón de aviones de combate F-35A listos para combatir. La noticia, recogida entonces por Infodefensa.com, recordaba que sólo la USAF prevé recibir 1.763 aviones F-35A,–. La cifra le convierte en el mayor cliente de un programa, el proyecto militar más caro de la historia, que prevé la fabricación en total de 2.500 unidades en sus tres variantes (A, B y C).
El F-35A, es la versión más ligera y ágil y con más encargos de las tres. Está preparada para el despegue y el aterrizaje convencional (CTOL) en pistas habituales, y con ella se prevé sustituir a los aviones F-16 y A-10. La versión F-35B es la planteada para despegues cortos y aterrizajes verticales (STVOL) y, en caso de necesidad, es capaz de despegar verticalmente (VTO). Esta variante sustituirá a los cazas Harrier, como los que en una versión más antigua que los actuales empleó Gran Bretaña desde portaaeronaves en la Guerra de las Malvinas. El Cuerpo de Marines de Estados Unidos (USMC) fue el primero del mundo en declarar el año pasado la IOC de esta variante.
En cuanto al F-35C, se trata de la versión naval. Es una aeronave preparada para operar en grandes portaaviones, desde donde despega con ayuda de catapultas y aterriza en un corto espacio gracias a su resistente tren de aterrizaje y al gancho trasero con el que atrapa el cable anclado al buque que consigue detenerle.
El F-35C, que está diseñado con alas de mayor tamaño y plegables, está pensado para sustituir al caza naval Boeing F/A-18 Super Hornet, lo que la Marina de Estados Unidos prevé que ocurrirá a partir de 2019.
El Joint Strike Fighter es un proyecto liderado por EEUU en el que también participan Gran Bretaña, Italia, Holanda, Australia, Dinamarca, Noruega, Turquía y Canadá.
Según la agencia estatal rusa Ria Novosti el Departamento de Defensa de Estados Unidos tiene previsto gastar hasta 400.000 millones de dólares en la adquisición de los cazas F-35. Sólo el año que viene prevé la compra de 63 unidades de este modelo de caza de quinta generación por un montante superior a los 8.000 millones de dólares.
Fotografía: Pratt and Whitney