Viene de 'Famae y la tecnología del adiestramiento virtual (1)'
En cuanto a la idea de incorporar otras características al polígono, el gerente del I2D asegura que hoy están trabajando en una versión .2 que integra otros elementos que el Ejército pueda requerir a futuro, y que han ido visualizando, como por ejemplo imágenes en 3D, diferentes escenarios, ya que nuestro país tiene climas muy variados, “Estamos trabajando, por ejemplo, en Punta Arenas con viento, ráfagas de viento importantes, en el norte tenemos básicamente sol, en la zona sur también mucha lluvia, neblina, etc. Entonces eso de alguna manera está diseñado para cumplir con estas funciones”. Asegura que la idea es simular las condiciones climáticas de cada lugar en el que se requiera un polígono.
Otra de las ventajas es que es inalámbrico, no es necesario que el arma esté conectada con cables o cañerías al sistema, todo se transmite de forma inalámbrica y además es móvil, es decir se puede instalar en cualquier lugar, “puedes hacer uso de una dependencia que tenga las dimensiones que nosotros hemos establecido como mínimas y necesarias y de luminosidad para que esto se pueda emplazar básicamente en cualquier sala de entrenamiento”, esto incluye el hecho de que se demoran entre 10 y 15 minutos tanto en el armado como en el desarme.
De esta forma, el sistema que integra el polígono puede ser actualizado, modernizado o modificado dependiendo de los requerimientos del Ejército en miras hacia el futuro. En palabas de Villalobos, es muy probable que el Ejército decida pasar a una segunda fase en la cual el proyecto sea más interactivo a nivel de usuarios profesionales, lo que significa que el software puede ser modificado de acuerdo a lo que el gestor requiera con los consecuentes costos adicionales que pudiesen existir.
Este es un simulador básico que tiene la capacidad de ser escalable en otros niveles, en términos de siluetas en movimiento, algo que no considera en estos momentos porque el Ejército hizo un requerimiento muy específico.
Edgardo Urbina, jefe de Proyectos, explica que este proyecto se dividió en tres grandes subsistemas: el Subsistema Arma que tiene que ver con toda la mecánica del fusil, el Subsistema Interfaz que son los sensores dentro del fusil que permiten la comunicación que se genera con el software y el Subsistema Entorno, que es todo el hardware del sistema.
Subsistema Arma
Para el Subsistema Arma se creó un sistema de retroceso a través de CO2 que contiene una recámara primaria donde se junta el aire y al momento de disparar libera los gases y emite el retroceso del arma. En esta instancia se realizaron pruebas con un acelerómetro para medir la aceleración del fusil en tres ejes con una cámara Phantom de alta velocidad, se ejecutaron esas pruebas con un kit de retroceso y munición real. En el video se puede apreciar cómo se realizaron las pruebas, se diseñó una estructura donde se instaló una celda de carga y un carril de desplazamiento, la idea era que cuando se disparara un tiro la máquina ejerciera la presión y así poder medirlo de forma permanente, ya sea a nivel de ráfaga o a nivel de tiro a tiro. Al momento de disparar, la celda de carga impacta en el fondo y mide los kilogramos fuerza que tiene el impacto de la munición, entonces, en base a eso, el equipo logró comparar el retroceso de un arma real con el simulador, determinando que el impacto de un arma con municiones es alrededor de 115 kilos fuerza contra los 65 kilos que genera el simulador con CO2.
El objetivo es que cuando el tirador llegue a la instancia real, va a saber aproximadamente cuál es el impacto que va a recibir en su hombro y eso le ayuda a corregir la postura. Esto es parte de los requerimientos del Ejército, “la idea de que exista retroceso en el tiro, aparte de simular un tiro real, es que cuando se está disparando saque al tirador del punto de mira y que tenga que volver a apuntar; entonces un 65 % de fuerza cumple con la función de lo requerido. Tampoco podemos agregar mucho retroceso al arma los sensores en el interior se pueden deteriorar con el impacto y la vibración que genera el fusil lo que podría reducir su vida útil”, afirma Urbina.
Subsistema Interfaz
Por otro lado, José Saavedra, jefe Técnico, explica los procedimientos para transformar los fusiles: “Este fusil se desarma completo para intervenirlo, para modificarlo, se parte de un fusil estándar. No sabíamos mucho cómo se desarmaba, lo hemos ido aprendiendo durante el proceso y de ahí de acuerdo a los planos se fueron haciendo pruebas y modificando algunas piezas, se le van incluyendo los sensores y las tarjetas de comunicación. Todo este sistema es el encargado de captar todos los eventos, cómo están tomando el fusil, si tiene puesto el cargador, si se está presionando el disparador, etc. Para poder corregir esos parámetros”.
Subsistema Entorno
El Subsistema Entorno es todo el hardware, es el administrador del sistema que se encuentra en un computador con estándares militares dentro de un rack militar a prueba de golpes y temperaturas, además incluye un telón mecano que permite armarlo y desarmarlo completamente en no más de 15 minutos. Urbina señala que “nosotros sabíamos que podría ser tratado bruscamente, de todas formas tiene un cierto límite porque la tecnología es frágil, lo hemos testeado simulando viajes en terreno en un camión a 100 k/h, con vibraciones, temperaturas, simulando hasta qué punto podría resistir sin sufrir daños”.
La parte más importante de todo esto es el software, que es lo que traduce todos los parámetros que se miden, los datos llegan de forma inalámbrica al software y éste los traduce para que se puedan leer, por ejemplo el movimiento del cañón antes del impacto, de esta forma el instructor revisa los datos y le indica al tirador qué es lo que tiene que mejorar. El objetivo es averiguar cómo funciona la habilidad psicomotora del soldado antes de llegar a un polígono real.
¿El programa cuenta con una ficha de cada tirador?
El software tiene una base de datos individual para cada persona y muestra el historial desde el inicio del entrenamiento hasta el último tiro, la idea es contrastarlo con un tirador experto para ver cuánto ha mejorado en comparación al primer ejercicio. Urbina afirma que cuando se crea un perfil del tirador, el sistema de forma automática guarda los datos desde la primera sesión en adelante y muestra la curva de eficiencia, midiendo el desempeño que el tirador tiene a través del tiempo.
¿Elimina el entrenamiento con instructor?
El proyecto se concibe con un experto que ayude a corregir las falencias, “el hecho de que haya un instructor, una persona calificada en términos de las técnicas de tiro, le da mayor confianza al individuo que está trabajando con el polígono”, asegura el general Villalobos. Sin embargo, la capacidad de corrección por parte del instructor depende de la cantidad de carriles del polígono. Si tiene ocho carriles (cantidad de tiradores que pueden disparar en forma simultánea) es más difícil, pero este proyecto es de sólo cuatro carriles, por lo tanto el instructor que está ahí es capaz de visualizar y corregir entre otras ámbitos la postura, respiración y presión que se ejerce sobre el disparador, etc. El Gerente afirma que es fundamental el apoyo del instructor dentro del sistema porque le aporta realismo a la práctica y la presencia de un experto calificado durante las lecciones era parte de las condiciones que puso el Ejército para el desarrollo del proyecto.
¿Qué pasa con la mantención?
La mantención de este sistema es bastante simple, particularmente a nivel de usuario, no requiere mayores especificaciones que no sea el mantenimiento preventivo, “nosotros hemos presentado el sistema en diferentes ferias, lo que ha implicado que ha tenido un uso bastante intenso de personas con poco conocimiento y hemos visto que ha resistido sin problemas a los usuarios y curiosos que vienen por primera vez y que presionan, toman o enganchan, lo que nos ha servido también para obtener lecciones en términos de lograr mejoras continuas respecto al producto que hoy día tenemos y eso se ha ido incorporando en toda la planificación del proyecto”, señala Villalobos.
¿Se está usando actualmente?
El general Villalobos afirma que hoy día el Ejército está en proceso de levantar una orden de compra por 25 de estos polígonos, como ya adelantó Infodefensa.com, ya que la idea es proveer a todas sus unidades. “Es una muy buena experiencia porque es el primer trabajo que hemos hecho en este ámbito, en el cual se ha integrado tanto la ingeniería del software como la del hardware en armamento menor”. Sin embargo, se está trabajando con los fusiles que Famae fabrica, como es el fusil SG 543 en su versión 5.56 mm, SG 540, el 7,62 mm, es decir de diferentes calibres. “Como nosotros somos fabricantes del fusil y tenemos una metalmecánica bastante avanzada, podemos desarrollar todo lo que son piezas de intercambio para poder tomar un fusil real y transformarlo en uno de entrenamiento para incorporar todos los sensores inalámbricos, eso nos permite tener mucha flexibilidad, es una ganancia tener la fábrica y tener aquí mismo la planta de fabricación, hemos trabajado muy en conjunto”, comenta el general. Actualmente la orden de compra se encuentra en poder del Ministerio de Defensa para aprobar los recursos necesarios.