Pero para planear a medio y largo plazo hay que mirar a las actuales y potenciales amenazas, como China que acaba de adelantar en 10 años el desarrollo de su H-20.Se podrá inventar todo lo posible/imaginable para alterar/interferir la misión de un UAV/UGV/USV/UUSV; pero aún no es posible y probablemente no lo será por mucho tiempo, entrar en la cabina de un caza en vuelo con un robusto sistema de C2, para influir en la ejecución de su misión por el piloto; como no lo será en un comandante en su puente de mando a bordo, en el jefe de carro o batería, o en el comandante de un bombardero, sin recurrir a la maligna acción de otro humano, como en el caso del piloto suicida de SwissAir.El impacto mayor de la afirmación de Elon Musk sobre los cazas tripulados es que apunta directamente al corazón de las sociedades occidentales, especialmente sensibles a los factores económicos, pero, sobre todo, a cualquier opción que minimice los riesgos conscientes de pérdida de vidas humanas.Hace años concluía mi presentación en Symdef sobre el futuro de la logística de defensa, interpretando una imaginaria bola de cristal; y suponía que, como los paladines en la Edad Media, un día puede llegar en que los conflictos se disputen en gigantescos potentes simuladores, con el acuerdo entre los dirigentes (y sus pueblos) de aceptar los resultados cualesquiera que estos fueran.
(...) hay más opciones, hay que ver cuál es la ideal", ha subrayado el JEMA. Braco ha mencionado que otros países que también fabrican aviones y en concreto ha hecho directamente referencia a tres, Francia, Suecia y Corea del Sur, como ejemplos de otros modelos de caza existentes en el mercado. Programas Halcón I y IIEl JEMA confirmó que a partir de 2026 llegarán los 20 Eurofighter del programa Halcón I para "sustituir a los F-18 más viejos que están en Canarias".
La Agencia de Cooperación para la Seguridad de la Defensa (DSCA) norteamericana reveló entonces, al notificar la operación al Congreso del país para su aprobación, que el precio máximo que Washington estima por estos aparatos es de 7.200 millones de dólares, incluidos equipos y servicios relacionados.
Ahora se ha conocido que Ankara está obteniendo notables avances en su negociación con la Casa Blanca para reanudar su participación en el programa F-35, para lo que se plantea incluso el desmantelamiento de sus S-400.
Hasta el próximo 17 de julio, el Ejército del Aire y del Espacio participará, junto con la Luftwaffe alemana, L'armée de l'Air et de l'Espace de Francia, el Cuerpo de Marines de Estados Unidos y la United States Air Force, en un ejercicio del tipo Flag que simulará el combate entre dos fuerzas aéreas con gran realismo.El epicentro del Arctic Defender es la base aérea de Eielson, en el corazón de Alaska, no obstante, las actividades se desarrollan en un espacio aéreo de 300.000 kilómetros cuadrados, más de la mitad de la península Ibérica. El Ejército del Aire y del Espacio participa en el ejercicio con la agrupación Plus Ultra, formada por cuatro cazas Eurofighter y dos A400M, junto con las tripulaciones y personal de apoyo en tierra. El Arctic Defender tiene como principal objetivo entrenar a los pilotos en situaciones de combate altamente realistas, fortaleciendo su capacidad para hacer frente a cualquier amenaza potencial en los escenarios más desafiantes y remotos.
De ahí que para el caso de Alemania, por ejemplo, se previó un precio mucho más elevado, en concreto de unos 100 millones de euros más por avión, hasta sumar 290 millones por cada uno de los 35 que solicitó Berlín.
En el caso checo, la LOA suscrita con Estados Unidos supone un paso más avanzado que el dado para Grecia para hacerse con el F-35.
a los que se suman las nuevas radios tácticas U/V/H sobre el concepto SDR o la materialización del Plan MC3 —lanzado por la Jefatura de los Sistemas de Información, Telecomunicaciones y Asistencia Técnica (Jcisat) del Ejército de Tierra allá por el 2010—, plantean un horizonte inversor complejo muy difícil de pilotar con los recursos actuales del Ministerio de Defensa, y todo ello con el apoyo tangencial de un único centro técnico —el INTA, un órgano público de investigación largamente deseado por el Ministerio de Ciencia— distante de las necesidades de los programas de Defensa y, en especial, del I+D+i sectorial, a lo que se une la falta crónica de ingeniería militar, sustituida por onerosos apoyos externos (Isdefe, Indra, Ineco…).Eurofighter del Ejército del Aire y del Espacio.
El Ministerio de Defensa aspira este 2024 a dar el empujón definitivo al nuevo ciclo inversor después del lanzamiento el año pasado de 11 nuevos programas de adquisiciones valorados en 12.000 millones de euros para modernizar las capacidades de las Fuerzas Armadas.A pesar del esfuerzo realizado por la Secretaría de Estado de Defensa a finales de 2023 con la firma en diciembre de media docena de contratos, todavía hay varios programas en lista de espera como la adquisición de nuevas baterías Patriot para el Ejército de Tierra, los nuevos morteros embarcados o el programa para reemplazar los AV-8B+ Harrier de la Armada junto con parte de la flota de F-18 (EF-18M) del Ejército del Aire y del Espacio.
Los tres Ministros han establecido que la sede de GIGO y la correspondiente estructura empresarial conjunta se ubicarán en el Reino Unido y, para garantizar y fomentar una asociación efectiva y equilibrada entre los tres países, el primer director ejecutivo de la Agencia GCAP se ubicará en el Reino Unido.
España en el radar España podría sumarse en el futuro a este grupo de países del viejo continente compradores del F-35, si las autoridades de adquisiciones acceden a las solicitudes de la Armada, que quieren la versión F-35B, capaz de operar desde portaeronaves, para sustituir a los actuales AV-8B Harrier II Plus, y posiblemente a las del Ejército del Aire también, que ahora se muestra más abierto a la posibilidad de incorporar el modelo F-35A a su inventario.
En palabras de Yves Giroux, adscrito al PBO, “el coste total estimado del desarrollo, adquisición, operaciones y mantenimiento, y eliminación de la nueva flota de cazas es de 73.900 millones de dólares en un periodo de 45 años”, lo que no excede demasiado a la estimación de “unos 70.000 millones de dólares” canadienses estimada previamente por el Gobierno del país. De oponerse a comprar 23 más La previsión es que las cuatro primeras aeronaves lleguen al servicio en 2026, y que a partir de 2029 se mantenga un ritmo de entregas de 18 aparatos al año, hasta 2032, cuando, si no hay contratiempos, llegarán los últimos. Se da la circunstancia de que el actual primer ministro del país, Justin Trudeau, accedió al poder en 2015 con una firme oposición a la compra de estos aviones, pese a que Canadá es uno de los nueve países socios del programa F-35 .
El trabajo, que vio la luz con el expresivo título de F-35 Joint Strike Fighter: se necesitan más acciones para explicar el crecimiento de costos y respaldar la decisión de modernización del motor, estima en 1,7 billones de dólares el coste total del programa para Estados Unidos si se incluye el ciclo de vida previsto para los aviones.
De todos ellos (Singapur, Grecia, Polonia y España son los otros cuatro), únicamente España aún no ha anunciado planes para adquirir estos aviones, si bien se espera que lo acabe haciendo, principalmente para contar con unidades de la versión F-35B, únicos actuales capaces de operar en el buque español Juan Carlos I. La flota de aviones de combate rumana incluye en la actualidad 17 aviones F-16 adquiridos de segunda mano a Portugal, y más adelante contará con otros 32 F-16 provenientes del antiguo arsenal noruego.
Tras la aprobación del Ministro de Defensa israelí, la delegación de adquisiciones del Ministerio de Defensa de Estados Unidos emitirá una solicitud de adquisición oficial a la Oficina del Programa Conjunto Estadounidense, “con el fin de completar la aprobación y firma de la transacción en los próximos meses”, según la información facilitada por las autoridades israelíes.De acuerdo con la información recogida por la agencia Associated Press, el valor de esta nueva compra es de 3.000 millones de dólares, y se financiará a través de la ayuda militar que Estados Unidos brinda al país de Oriente Próximo. Lockheed Martin, fabricante del avión, y Pratt & Whitney, responsable de los motores, se han comprometido a implicar a la industria israelí en la producción de los aparatos, añade la fuente.
Solo queda España España podría sumarse en el futuro a este grupo de países del viejo continente compradores del F-35, si las autoridades de adquisiciones acceden a las solicitudes de la Armada, que quieren la versión F-35B, capaz de operar desde portaeronaves, para sustituir a los actuales AV-8B Harrier II Plus, y posiblemente a las del Ejército del Aire también, que ahora se muestra más abierto a la posibilidad de incorporar el modelo F-35A a su inventario.
En este operativo, el Ejército del Aire y del Espacio español desplegó tres aparatos. Los asistentes también pueden ver en la exposición exterior el presente y futuro de la aviación de combate; desde el Rafale de Dassault, hasta el F-35 de la estadounidense Lockheed Martin, pasando por el Eurofighter o el M-346 de Leonardo.Y, como no, también está el FCAS (Futuro Sistema Aéreo de Combate); una maqueta en tamaño real del futuro caza NGF, la pieza central del proyecto europeo en el que por el momento participan España, Francia y Alemania.
El programa planea administrar este esfuerzo multimillonario bajo el programa existente, que está agendado para la transición al mantenimiento en breve y que limitaría la supervisión del Congreso.
Trappier, que hace dos años encendió las alarmas al apuntar que su empresa tenía un plan B por si el FCAS fracasa, y que durante año y medio mantuvo una disputa con el socio Airbus (el programa estuvo congelado por ello hasta el pasado diciembre), ha cargado ahora contra los países clientes del avión estadounidense F-35 que pudieran estar interesados en sumarse a la iniciativa franco-germano-española.
El sábado por la tarde, cinco de los seis aviones de combate y el Voyager KC2 despegaron finalmente para continuar su camino hacia Reino Unido, de modo que uno de los aparatos quedó en el aeropuerto gallego, el que ahora se apunta como causante de esta operación sobrevenida.