El programa de submarinos neerlandés deberá encarecerse otros 730 millones

El Tribunal de Cuentas neerlandés ha presentado esta semana el informe que ha elaborado sobre la fase de estudio del proceso de sustitución de los viejos submarinos de la clase Walrus en la que se encuentra su país. La conclusión más importante recogida en el documento es que el programa necesitará añadir al menos 730 millones de euros para cumplir sus objetivos.

En total, el programa ya ha incrementado su presupuesto en 1.140 millones de euros respecto a la cantidad calculada cuando se lanzó, en 2016. A finales de 2019 el Ministerio de Defensa proporcionó información actualizada sobre este programa al parlamento del país en la que se contemplaban nuevos detalles sobre el proyecto. Sin embargo, concluye el informe, el presupuesto reservado no es suficiente, aún serán necesarios los mencionados 730 millones de euros, como mínimo, para culminar la construcción de los nuevos submarinos, a la que optan las compañías Naval Group (de Francia), Saab Kockums (sueca) y ThyssenKrupp Marine Systems (alemana).

Como resultado del encarecimiento del programa, el presupuesto total casi se ha triplicado desde que arrancó, en 2016, en parte porque la carga operativa se ha planificado durante 30 años, de acuerdo con el documento oficial.

“Dado que no se han incluido todos los gastos previsibles de los nuevos submarinos y de su operación, concluimos que el presupuesto es demasiado bajo”, añade el texto. “Además de los ajustes de nivel de precios, identificamos riesgos financieros. Por ejemplo, aún no se han calculado los costes de la fase de transición de la clase Walrus a un nuevo tipo de barco”, continúa. “Tampoco se incluye todo el armamento. Además, la experiencia en países como Canadá y Australia muestra que el uso de submarinos modernos es más caro que las generaciones anteriores. No está claro si la cooperación internacional ahorra o aumenta los costos. Los riesgos imprevistos aún no se han incluido en este proyecto”, explica el trabajo.

Como conclusión, se expone, “los Países Bajos probablemente no puedan comprar [buques] "listos para usar" para reemplazar los cuatro barcos actuales de la clase Walrus de los años 90 por cuatro nuevos”.

El Ministro de Defensa no tomará una decisión sobre la compra de nuevos submarinos hasta la llamada fase D del proceso de adquisición.

El informe del Tribunal de Cuentas, llamado Opiniones sobre la sustitución de submarinos, se examina la fase de estudio del Ministerio de Defensa (la denominada fase B del proceso).

La inversión propuesta del Ministerio de Defensa en nuevos submarinos es uno de sus proyectos más importantes.

Tres compañías candidatas

El Ministerio de Defensa de Países Bajos apunta en un comunicado publicado tras el informe que los cuatro submarinos actuales de la clase Walrus todavía se encuentran entre los submarinos no nucleares convencionales más modernos del mundo. Pero generación de submarinos entró en uso a principios de la década de 1990 y se acerca al final de su vida útil. Según el cronograma actual, el primer nuevo submarino del constructor que resulte elegido se entregará en 2028. La llamada carta B (fase de investigación) se envió a la Cámara de Representantes a fines del año pasado y se discutió allí a principios de este año. Después de la fase B, el denominado Proceso de material de defensa pasa a la fase D (fase de adquisición), en la que quedan los tres posibles proveedores señalados. La española Navantia también se contempló en su momento entre los candidatos a hacerse con este programa, suministrando un buque basado en el S-80 que ahora construye para la Armada española. Al no haber podido probar todavía este modelo, la compañía española quedó fuera, según argumentaron a Infodefensa.com a finales del año pasado fuentes de la industria.