(Infodefensa.com)
Las Fuerzas Navales y los Servicios de Guardacostas de Centroamérica han demostrado ser socios estratégicos de las fuerzas de seguridad de sus respectivos países para luchar contra el narcotráfico y el crimen organizado, pese a las limitaciones en equipamiento y presupuestos que aún sufren.
En el caso de la Fuerza Naval de El Salvador, por medio de la Operación Tridente, ha decomisado alrededor de 33 toneladas de cocaína, desde 2015. Sin embargo, el esfuerzo de custodia de las 200 millas náuticas de mar territorial es un gran esfuerzo, pues los patrulleros marítimos y costeros que datan desde 1960.
“Todo depende de la buena voluntad de nuestros marinos, para tener éxito en las misiones y así responder a las necesidades de la población civil en El Salvador”, dijo el jefe del Estado Mayor General de la Fuerza Naval de El Salvador, contralmirante Exón Oswaldo Ascencio, durante una entrevista con Infodefesa.com.
Precisamente, la vetusta flota naval salvadoreña se ha mantenido a flote gracias al buen mantenimiento de sus técnicos navales, lo que ha permitido que las fuerzas navales continúen apoyando los esfuerzos de la seguridad pública en las aguas territoriales salvadoreñas.
Ascencio confirmó que durante el primer semestre de 2021 arribará al país el nuevo patrullero marítimo Metal Shark Defiant 85, que reforzará la flota que combate al crimen organizado y al narcotráfico. Esta embarcación es producto de la cooperación estadounidense para dotar de nuevas unidades a varios aliados en la zona, entre los cuales se encuentra El Salvador.
Precisamente, Ascencio aclaró que el Defiant 85 no llegará a sustituir a ninguna de las antiguas embarcaciones con que cuenta la flota naval salvadoreña, sino que se sumará a estas y, lejos de sacar algún equipo de la línea de operación, se buscará seguir repotenciando a los antiguos buques con que se cuenta.
La Fuerza Naval de Guatemala espera, posiblemente, para este mismo año también un Defiant 85, producto de la misma cooperación estadounidense. Mientras que ya adquirió en 2019 un buque de apoyo logístico y cabotaje (BAL-C) con el astillero colombiano Corporación de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo de la Industria Naval, Marítima y Fluvial (Cotecmar) y ha ordenado un segundo del mismo modelo.
Honduras
Por su parte, la Fuerza Naval de Honduras es posiblemente la que cuenta con la mejor flota naval en la región con dos patrulleros Damen Stan Patrol Spa 4207 y, al menos, media docena de interceptores Damen 1102. Además, cuenta con un buque de apoyo logístico y cabotaje (BAL-C) adquirido también a Cotecmar y el más reciente equipo comprado, un OPV 62M de Israel Shipyards Ltd.
Como si fuera poco, Honduras también será favorecido, posiblemente este 2021, por el programa estadounidense de los patrulleros Metal Shark y se le entregará al menos un Defiant 85, al igual que a sus vecinos.
El decomiso de drogas en Honduras aumentó alrededor del 37 en 2020, respecto al año anterior. Estos decomisos ocurrieron sobre todo por la vía marítima, que también ha experimentado un auge por el cierre de fronteras terrestres y aéreas como consecuencia de las restricciones de la pandemia.
Por su parte, la Fuerza Naval de Nicaragua recibió, recientemente, dos patrulleros Damen Stan Patrol Spa 4702 remozados, provenientes de la flota jamaicana.
En ese sentido, Nicaragua, con más extensión territorial marítima por tener el mayor territorio en Centroamérica y con costa en ambos océanos, enfrenta muchas más amenazas por esa vía, pero en cambio maneja el menor presupuesto militar anual de la zona, por lo que también se presume que sea favorecido con el programa de cooperación estadounidense de los patrulleros Metal Shark, aunque no se le menciona de manera precisa en la información oficial sobre el acuerdo.
La Armada de República Dominicana ha recibido transferencias de equipos navales usados por parte de Estados Unidos en los últimos años y ya recibió, en agosto del año pasado, el primer patrullero Metal Shark Defiant 85 del programa norteamericano para toda la zona mencionada de países aliados del Comando Sur de los Estados Unidos (U.S. South Command).
Costa Rica y Panamá
El hecho de que Costa Rica y Panamá solo posean Servicio Nacional de Guardacostas, por no operar Fuerzas Armadas, no quiere decir que no inviertan o no sean favorecidos continuamente por la cooperación extranjera, sobre todo de los estadounidenses, pues son países con alta incidencia de las amenazas del crimen organizado y el narcotráfico. Además, en el caso panameño, el Canal de Panamá precisa de defensa y seguridad por considerarse un activo económico estratégico.
Para el caso, Costa Rica también fue favorecida hace poco con el programa de los Metal Shark, pero se decidió por tres modelos de patrulleros de menor tamaño, en lugar de un solo Defiant 85, como el caso dominicano y el salvadoreño, por ejemplo.
El Guardacostas costarricense posee modelos Eduardoño, entre otros, adquiridos con su propio presupuesto y los Estados Unidos le donó, hace unos tres años, tres patrulleros marítimos clase Island, repotenciados y provenientes de las flotas del Guardacostas estadounidense.
Este año, Panamá contará con el presupuesto de seguridad más cuantioso en la zona, de alrededor de 1.400 millones de dólares, duplicando los destinado en 2020. En ese sentido, Panamá adquirió, recientemente, un buque de apoyo logístico Damen Stan Lander 5612 y también se le menciona como posible receptor del programa de cooperación estadounidense de los patrulleros marítimos Metal Shark.