Rosoboronexport prevé abrir la planta de Kalashnikov en Venezuela en 2019

La construcción de planta en Venezuela para fabricar los fusiles Kalashnikov se está realizando conforme a los plazos acordados, por lo que se prevé que se concluya en los tiempos previstos que marcan la apertura de las instalaciones este mismo año, según indicó el director general de Rosoboronexport, Alexandr Mijéev.

"A pesar de todas las dificultades, Venezuela cumple con todos los compromisos, nuestros especialistas se encuentran en las bases donde se lleva a cabo este trabajo", dijo Mijéev durante su asistencia a la feria Armia 2019 celebrada en las afueras de la ciudad de Moscú.

“Continuamos cumpliendo el contrato. Tenemos una tendencia de trabajo, cumplimos los planes acordados con la parte venezolana”, agregó.

En camino pese a la oposición de EEUU

A comienzos de junio, el director ejecutivo de la corporación estatal rusa Rostec, a la que pertenece Rosoboronexport, Serguéi Chémezov, declaró que la planta de fusiles Kalashnikov en Venezuela está en fase final de las obras de montaje pero que Estados Unidos “obstruye” el proceso construcción de la fábrica; no obstante, aseguró que se concluirá.

Del mismo modo se expresó a mediados de mayo el director ejecutivo del Servicio Federal ruso para la Cooperación Técnica Militar (Fsvts), Anatoli Punchuk. "La construcción de esta instalación se realiza en plena cooperación con la parte venezolana y conforme al calendario acordado con el Gobierno de Venezuela. De momento se están finalizando las obras de montaje", dijo Punchuk en declaraciones de la agencia Sputnik.

Según han reiterado los directivos de la industria militar rusa, la fecha pevista para la entrega de las obras es a finales de 2019.

El proyecto

En 2006, el gobierno venezolano, a través de la estatal la estatal Compañía Anónima Venezolana de Industrias Militares (Cavim), suscribió con Rosoboronexport los contratos para la construcción de una planta para la fabricación de fusiles de asalto Kalashnikov AK-103/AK-104 y otra para la producción de munición calibre 7,62×39 mm.

Las plantas se construyen en las instalaciones Cavim, en Maracay, estado Aragua. Inicialmente, se anunció que serían inauguradas en 2009, luego en 2011, después en 2012. No obstante, en diciembre de 2014, Moscú admitió que las obras se paralizaron a raíz de irregularidades (presunto delito de estafa) cometidas por el contratista ruso. Las construcciones se reanudaron en abril de 2016.

Fusil de uso normalizado

En 2005 la Fuerza Armada Nacional adoptó el Kalashnikov AK-103/AK-104 de 7,62×39 mm como el fusil de asalto de uso normalizado de sus cuatro componentes militares (Ejército, Armada, Aviación Militar y Guardia Nacional), en reemplazo del Fabrique Nationale d'Herstal (FN) FAL de 7,62×51 mm.

En ese mismo año concretó la compra de 100 mil fusiles Kalashnikov AK-103/AK-104, además de los accesorios (cargadores, bayonetas), 74 millones de cartuchos calibre 7,62×39 mm, entre otros accesorios. Aparentemente, ante el retraso de la construcción de las plantas en Maracay, se ha producido, al menos, una segunda orden por cantidades no especificadas.