TG Simón Macom: "El Ejército del Aire necesita ampliar la plantilla en unas 5.000 personas" y2

En la segunda parte de la entrevista a Infodefensa.com, el teniente general Simón hace hincapié en la escasez de personal en el Ejército del Aire y además recuerda que es necesario recuperar capacidades de proyección estratégica y reabastecimiento en vuelo, así como reforzar otras como la vigilancia marítima y la búsqueda y rescate (SAR).

También le quería preguntar por el personal. El Sejema en una reciente entrevista a Infodefensa.com alertó de la falta de pilotos. ¿En qué situación se encuentra el Macom?

La situación actual es común para todo el Ejército del Aire. A la falta de pilotos de todas las especialidades, fundamentalmente de caza, se une la necesidad de aumentar nuestra plantilla en unas 5.000 personas. El Ejército del Aire se enfrenta en el día a día, además de a las actividades de instrucción y adiestramiento imprescindibles para mantener el nivel de entrenamiento y la operatividad de nuestras unidades, a las misiones permanentes de vigilancia y defensa de la zona de responsabilidad nacional; a los cometidos relacionados con la acción del estado en diversos ámbitos, misiones SAR, contraincendios, aduanas, lucha contra el narcotráfico, y transporte de personalidades entre otras; a los compromisos internacionales en las misiones en el exterior que se nos asignan y a múltiples apoyos a todas nuestras fuerzas desplegadas; a la cobertura de puestos en organismos nacionales e internacionales en los que debemos tener representación, a todos los niveles, desde los más bajos hasta los de toma de decisiones; etc... Somos un ejército pequeño en cuanto a efectivos de personal para atender a todo lo anterior, y además somos un ejército proporcionalmente pequeño en comparación con la mayoría de fuerzas aéreas de nuestro entorno (Alemania, Italia, Francia o Reino Unido, por poner algunos ejemplos). Necesitamos crecer y esperamos que así sea, en un futuro próximo, para pasar del 17% que representa hoy el Ejército del Aire en el conjunto de las Fuerzas Armadas a un entorno del 24-25 % que creemos que debería ser la proporción correcta. No se trata de una cuestión de números, que sería secundaria; se trata fundamentalmente de que estamos convencidos de la cada vez mayor relevancia del Poder Aéreo en los conflictos de todo tipo a los que nos enfrentamos en este siglo XXI, y de que tenemos la certeza de que el Ejército del Aire, por sus características específicas, es y va a seguir siendo una herramienta fundamental en manos del Estado para afrontar los retos a que se enfrenta nuestra sociedad. Así que, efectivamente necesitamos más pilotos, sí, pero necesitamos en general un incremento en recursos humanos, que consideramos muy necesario para afrontar con solvencia el nivel de ambición que se nos ha marcado y para anticiparnos a los retos que sabemos se nos presentarán en un futuro próximo, que ya está aquí.

Junto con los EF-18, ¿Qué otros sistemas debe renovar en el corto plazo el Macom?

Por un lado, deberíamos recuperar las capacidades de proyección estratégica, reabastecimiento en vuelo y aeroevacuación que se vieron disminuidas con la baja en servicio de los B-707. La retirada de esta plataforma, junto con la obsolescencia de otras como el TM-11 (Falcon 20) y el TM-12 (Casa 212), ha supuesto también una merma en las capacidades de Inteligencia y Guerra Electrónica (EW). Por otro lado, la baja de los helicópteros H-19 Puma, dejó en una situación crítica la flota actual de Super Puma, que debemos completar y complementar para poder hacer frente a las misiones de SAR, CSAR y Recuperación de Personal (PR); para ello ya está prevista para el año 2020 la incorporación de la primera unidad del NH-90. Finalmente, los aviones de Patrulla Marítima P-3M Orion que se encuentran próximos al final de su vida operativa, y los D-4 (Casa 235) de Vigilancia Marítima también muy cerca de su retirada del servicio, deben encontrar una plataforma capaz de cubrir el valioso servicio que prestan.

Otra unidad dependiente operativamente el MACOM es el EZAPAC, ¿Cuál es su situación actual? ¿Tienen previsto nuevas adquisiciones de equipos para modernizar la unidad?

El Ezapac es una pequeña gran Unidad de Operaciones Especiales que realiza sus misiones en beneficio de las Operaciones Aéreas y cuenta con material de primera línea. Está bien dotada para cumplir su misión, aunque siempre es conveniente no perder de vista los nuevos desarrollos tecnológicos. Recientemente, la unidad ha sido dotada con vehículos RG-31 y Uro Vamtac para poder cubrir las necesidades operativas de los teatros donde está desplegado el EA. Constantemente se investiga y se valora la posibilidad de adquisición de nuevo material, siempre con el objetivo de mantener las capacidades de la Unidad al más alto nivel operativo. Un buen ejemplo serían los estudios de desarrollos miméticos y con menor huella acústica para las pequeñas Aeronaves Tripuladas Remotamente (RPAS) con las que ya cuenta el Ezapac, concretamente los Raven y Wasp.

En la actualidad, comienzan a operar cazas de quinta generación como el F-35 y en Europa Airbus y Dassault ya trabajan en el FCAS, ¿Cómo será el futuro de la aviación de combate?

Las nuevas plataformas aéreas de combate de quinta generación, tales como el F-22 o el F-35, están llamadas a revolucionar el combate aéreo tal y como lo conocemos en la actualidad. Estos nuevos desarrollos destacan por su maniobrabilidad, potencia y baja firma radar (lo que se conoce como características Stealth), así como por su capacidad para utilizar el armamento con la máxima precisión desde distancias de seguridad (capacidad stand-off). Son sistemas de armas con cualidades superiores a las de los aviones que, como el F-16 o el F-18, constituyen en la actualidad la columna vertebral de la mayoría de las Fuerzas Aéreas de los países occidentales. Asimismo, la evolución tecnológica de estas aeronaves en cuanto a aviónica, electrónica, comunicaciones y sensores, las convierte en sistemas de armas capaces de recopilar, procesar y difundir, en tiempo real, una cantidad ingente de información que, integrada en el sistema de Mando y Control del Comandante Aéreo y compartida con los diferentes medios que participan en el combate, se convierte en un factor decisivo para asegurar la ventaja en el enfrentamiento contra el poder aéreo del enemigo. La integración de los sistemas de armas actuales con estas nuevas plataformas de última generación; la capacidad de trabajar a la vez con aviones tripulados y no tripulados; la irrupción es este escenario de las capacidades espaciales que cada vez están más presentes en nuestro día a día; y la gestión de todo ello por nuestro Sistema de Mando y Control son retos para los que el Ejército del Aire está ya preparándose y que marcarán el futuro de la aviación de combate en particular, pero también de la aviación militar en general y, en definitiva, del Poder Aeroespacial.

El Macom también tiene en su estructura las Alas 31 y 35 con los A400M y los C-295. El Ejército del Aire ya cuenta con dos A400M operativos ¿Cuántos tienen previsto recibir este año? ¿Qué fechas manejan?

El Ejército del Aire cuenta ya con tres aviones A400M integrados en el Ala 31 en la Base Aérea de Zaragoza. El tercer avión se recibió a finales del pasado mes de julio, y esperamos recibir el cuarto en octubre. Progresivamente, y hasta el año 2022, continuarán incorporándose aeronaves de este modelo al inventario del Ejército del Aire, hasta completar un total de 14 unidades, que conformarán la flota final de A400M. Desde la llegada del primer avión en diciembre de 2016, el A400M se ha integrado paulatinamente a la actividad operativa del Ejército del Aire y, de hecho, en la actualidad, los tres aviones recibidos están transferidos al Mando Europeo de Transporte Aéreo (EATC), y se les están asignando misiones como a cualquier otro avión de los que gestiona ese Mando.

¿Cómo marcha el proceso de integración de la plataforma a las misiones de la Fuerza Aérea española?

Para hacer esto posible, también desde la recepción del primer avión, y siguiendo lo establecido en la normativa interna del Ejército del Aire, se han ido completando diferentes módulos del Plan de Consecución de Capacidades (PCC) y se han validado capacidades como el aerotransporte de personal y cargas, el apoyo en las diferentes bases aéreas de despliegue, la capacidad de aeroevacuación médica, la integración de redes de comunicaciones, la adaptación de los equipos personales de vuelo, etc. Como objetivo a corto plazo se iniciará próximamente la campaña de validación de la capacidad de reabastecimiento en vuelo del avión. El objetivo, en definitiva, de este proceso, que es minucioso, que lleva tiempo y que necesita de una estrecha colaboración y coordinación entre los organismos técnicos y las unidades implicadas, no es otro que poder llegar a declarar la aptitud completa de esta plataforma para todas las misiones para las que ha sido diseñada. Destacar, que toda esta evolución supone un esfuerzo conjunto para el Ejército del Aire, pero sobre todo para del Ala 31 que, en poco tiempo y manteniendo a la vez y con un alto grado de operatividad la flota de C130 Hércules, está siendo capaz de asegurar una transición rápida y segura, tanto a nivel de mantenimiento como de operaciones. Para poner este proceso en perspectiva, es necesario darse cuenta del gran salto que supondrá la plena operatividad de esta plataforma, para el Ejército del Aire en particular y para las Fuerzas Armadas en general, una vez se validen todas las capacidades del avión; se afiance el programa de entrenamiento de tripulaciones y personal de tierra, y se consolide el sistema de mantenimiento. El A400M es un factor multiplicador de la fuerza muy notable y, en definitiva, supone un impulso para nuestra capacidad de proyección y expedicionaria.