Leonardo sella con Rheinmetall la alianza que no logró con KNDS para los futuros carros de combate italianos

El futuro carro de combate italiano tendrá detrás a la compañía nacional Leonardo junto a la alemana Rheinmetall, como acordaron ambas el pasado verano, después de que fracasaran las negociaciones que la primera mantuvo con la franco-germana KNDS buscando el mismo objetivo. Ahora se ha sellado al fin el acuerdo de creación de Leonardo Rheinmetall Military Vehicles (LRMV), previsto inicialmente para el pasado septiembre para sacar adelante el proyecto.

La nueva empresa, cuya propiedad comparten a partes iguales ambas compañías, se constituirá a principios de 2025, y tendrá su sede fiscal en Roma. La sede operativa, en cambio, se establecerá en La Espezia, al noroeste de Italia.

El objetivo de la alianza es el desarrollo industrial y posterior comercialización del nuevo carro de combate principal y de la nueva plataforma Lynx para el Sistema Blindado de Combate de Infantería (AICS), dentro de los programas de sistemas terrestres del Ejército italiano”.

El futuro carro de combate estará basado en el KF51 Panther de Rheinmetall, y el nuevo IFV (concepto conocido en España por las siglas VCI) derivará de la plataforma KF41 Lynx de la empresa alemana, según las previsiones reveladas anteriormente por el consejero delegado (CEO) de Leonardo, Roberto Cingolani.

El acuerdo firmado por Cingolani junto a su homólogo en Rheinmetall, Armin Papperger, “también incluye el desarrollo y la producción de otros vehículos de esta familia, como los de recuperación, de ingenieros y de tendido de puentes”, según la información facilitada por la mercantil italiana.

“Creación de un espacio europeo de defensa”

Las dos empresas detrás de LRMV suscribieron a principios del mes de julio un memorando de entendimiento para la creación de esta empresa conjunta, encaminada a “desarrollar un enfoque industrial y tecnológico europeo en el campo de los sistemas de defensa terrestre”, de acuerdo con la firma italiana.

En aquel momento, Cingolani explicó que desde su compañía “consideramos este acuerdo una contribución fundamental a la creación de un espacio europeo de defensa”. Se trata de un argumento similar al que se esgrimió en los meses anteriores durante las negociaciones que en los meses anteriores protagonizó Leonardo y KNDS (formada por las antiguas KMW alemana, desarrolladora del carro de combate Leopard 2, y la francesa Nexter), y que finalmente no acabó cuajando.

El convenio suscrito finalmente con Rheinmetall, insiste Roberto Cingolani, es “un paso significativo hacia la creación de un sistema de defensa europeo basado en plataformas compartidas especializadas”. Las empresas asociadas, añade, “tienen como objetivo desarrollar tecnologías de última generación capaces de competir a nivel internacional”. El objetivo, según trascendió cuando se firmó el memorándum, es suministrar los primeros vehículos (entre cinco y diez) en dos o tres años y mantener la producción en otra horquilla que va de los 10 a los 15 años.