El astillero Guardamar rehabilitará el velero Arosa de la Armada, con casi un siglo de vida

La Armada ya ha encontrado empresa para rehabilitar la goleta escuela Arosa, una embarcación con casi 100 años de historia incautada en 1979 al narcotráfico por la policía española. Los trabajos correrán a cargo del astillero pontevedrés Guardamar que acaba de hacerse con la licitación abierta para recuperar la operatividad de los equipos y sistemas de la embarcación con un presupuesto de casi un millón de euros. 

El astillero trabajará durante un año y medio en diferentes tareas desde el saneado integral de la cubierta y la remodelación de los compartimentos de habitabilidad, hasta el cambio de la planta eléctrica y propulsora, pasando por los sistemas electrónicos de navegación, así como las acciones que se demanden en el contrato para obtener una mayor eficiencia energética con el buque tras el proceso de rehabilitación. 

La Armada detalla que estas acciones son necesarias para garantizar la seguridad estructural al buque y la seguridad en la navegación.  

Misiones del Arosa 

En este buque, los alumnos de la escuela aprenden los principios básicos de navegación en toda su extensión. El Arosa además permite navegaciones oceánicas prolongadas en las que los alumnos aprenden a convivir en la mar, a mantener un régimen de guardias, y, sobre todo, las responsabilidades que van a tener en una unidad operativa.  

También participa en la preparación de las unidades de la Armada para participar en operaciones en el exterior. Estas unidades, en concreto, recalan habitualmente en la ría de Pontevedra para efectuar mediciones electromagnéticas en el Centro de Medidas Electromagnéticas de la Armada (Cemedem).  

La tripulación está formada por casi una veintena de miembros: ocho guardiamarinas, cuatro suboficiales y cuatro oficiales, al mando del capitán de corbeta (y profesor). Tiene su base en la Escuela Naval Militar de Marín (Pontevedra). 

El Arosa: barco de recreo, nave del ‘narco’ y buque escuela  

El Arosa es una goleta con más de 90 años y una historia casi de película. Diseñada por el escocés Alfred Mylne, tiene dos mástiles -el mayor mide 28 metros-. Cuenta con una eslora de 22,84 metros, una manga de 4,95 metros y un calado de 3,42 metros, y desplaza 52 toneladas, con una superficie vélica total de 325 metros cuadrados.  

El barco incorpora un motor Befortde 165 CV y puede llegar a los ocho nudos. Fue botado en 1931 en Port Bannatyne (Escocia) y restaurado por Morris & Lorimer, Ltd., factoría de Sandbank (Escocia) en 1961. Su nombre original era Roska.   

Durante décadas, surcó los mares como barco de recreo. La embarcación fue interceptada el 8 de octubre de 1979 -entonces con el nombre de Algoma- en el puerto de Las Palmas (Gran Canaria) por la Policía española con un cargamento de 6.000 kilos de hachís. Dos años después, en abril de 1981, pasó a formar parte de la Lista Oficial de Buque de la Armada (LOBA) con el numeral A-72. Su primera navegación oficial, rebautizado ya como Arosa, fue en marzo de 1982. Trasladó autoridades civiles y militares de Las Palmas desde el puerto de esta ciudad hasta la bahía de Gando.