Tal día como hoy, 20 de agosto, pero de 1775, un grupo de españoles funda el Presidio Real de San Agustín del Tucsón, un puesto militar avanzado ubicado en el actual estado de Arizona (Estados Unidos). La fortaleza fue, hasta su destrucción, el casco histórico de la ciudad actual de Tucson. En el año 2008 fue reconstruida.
Soldados del ejército español junto con el capitán irlandés bajo órdenes españolas Hugh O'Conor, decidieron la ubicación del presidió, el más norteño de la Nueva España. El emplazamiento se encontraba cerca del río Santa Cruz y del pueblo nativo de O'odham de Cuk Ṣon. El nombre tiene por significado base negra, debido al color de la roca del monte Picacho del Centinela de la región.
Los soldados y obreros trabajaron para levantar la prisión y la fortaleza exterior, pero una mala gestión de los recursos llevó a que tuviesen que cesar la actividad. El impulso para volver a retomar la construcción no fue una inyección de fondos, sino un ataque de los apaches. Los soldados lograron defenderse del asalto, que se recuerda como un envite vertical desastroso. Este éxito supuso un nuevo impuso moral para completar el fuerte, lo cual se logró, finalmente, en mayo de 1783.
Durante años, la población del fuerte y alrededores no creció demasiado, alcanzando la cifra de 500 habitantes mientras estuvo en poder español. Con la independencia mexicana de España, el fuerte pasó a ser suyo y, posteriormente, tras la venta de La Mesilla (un acuerdo por el cual México vendió una región de 76.845 kilómetros cuadrados a los Estados Unidos en 1854), pasó a control estadounidense. Fue a partir de esta época cuando la ciudad comenzó a crecer y a formarse.