J.A. Bartrina: "Dejo Tedae porque quiero afrontar el reto de crear un proyecto desde sus inicios"

José Antonio Bartrina Giménez, director y secretario de la Asociación Española de Empresas Tecnológicas de Defensa, Aeronáutica y Espacio (Tedae) desde su constitución en 2009, deja la patronal. Abogado de profesión, Bartrina ha sido en los últimos años la 'mano derecha' de los respectivos presidentes de Tedae, Julián García Vargas y Adolfo Menéndez, asociación que ayudó a dar forma tras la disolución de la anterior patronal, Afarmade, donde colaboró estrechamente con Carmen García-Valdés. Infodefensa.com ha podido hablar con Tato, como se le conoce cariñosamente en el sector, para saber más sobre los motivos de su marcha y sobre su futuro en el ámbito privado con Argos.

¿Qué es Argos?

Argos es una empresa joven pero en la que se reúne mucha experiencia en el campo de la Defensa y la Seguridad. Desde un punto de vista mercantil tradicional, Argos es una compañía de servicios de consulting estratégico en proyectos y soluciones tecnológicas de interés para la Defensa y la Seguridad. A mi me gusta más definirla desde la óptica del emprendimiento como una captadora y seleccionadora de talento científico-técnico, una incubadora y aceleradora de proyectos tecnológicos que puedan convertirse en productos o servicios que satisfagan una necesidad concreta de las Fuerzas Armadas.

¿A qué se dedicará exactamente esta nueva empresa?

Tomando como base las necesidades de las Fuerzas Armadas y de la industria y la identificación de las áreas tecnológicas de interés para la Defensa, Argos busca y selecciona soluciones innovadoras de emprendedores nacionales e incubamos o aceleramos sus proyectos para materializarlos en un producto, proceso o servicio que pueda ser adquirido bien por una empresa mayor, para su industrialización, o bien, dado su grado de desarrollo, para ofrecerlo directamente al Ministerio de Defensa. Para alcanzar estos objetivos estamos trabajando en acuerdos de colaboración con universidades, centros de investigación y demás agentes de la I+T de Defensa, pero también queremos utilizar sistemas no convencionales en este sector para captar talento como los concursos de ideas, los premios o las incubadoras específicas, como el caso de Ciber para casar necesidades militares.

¿Por qué deja Tedae?

Porque tras casi veinte años en el mundo de las asociaciones industriales, primero en Afarmade y luego en Tedae, quería afrontar el reto de volver a la empresa privada, a crear un proyecto desde sus inicios.

¿Qué papel ha jugado la asociación en estos años?

Tedae se creó en el año 2009 en un entorno económico complicado, con los inicios de la crisis, y también en un contexto asociativo muy complejo fruto de la fractura de Afarmade. En estos años Tedae ha conseguido consolidarse como asociación industrial, se ha convertido en el interlocutor de referencia de los sectores de Defensa, Seguridad, Aeronáutica y Espacio y tiene un personal extraordinario, muy profesional en el que se combina la experiencia y la juventud y una vocación de servicio incansable a las empresas. El artífice de todo ello fue su primer presidente, Julián García Vargas, que con su visión, experiencia e inteligencia consolidó Tedae como una asociación industrial eficaz y moderna.

¿Qué le queda por hacer a la patronal?

Muchísimas cosas, piense que Tedae solo tiene siete años de vida, apenas ha dado sus primeros pasos. El actual presidente, Adolfo Menéndez, ha sabido asumir magníficamente el difícil relevo de Julián García Vargas y, apoyado en el director de la asociación, César Ramos, ha impulsado un proceso de renovación para hacerla más eficaz, más flexible, más transparente y más cercana a sus asociados y al tejido industrial emprendedor. La asociación ha adaptado su normativa interna y se encuentra preparada y dispuesta para iniciar una nueva etapa tras su consolidación inicial.

¿Qué momento vive la industria de Defensa en España?

La industria de Defensa española vive un momento complejo. Como ha señalado Tedae en múltiples ocasiones, es imprescindible priorizar y especializarse; es necesario prestar atención a la musculatura financiera y a la composición de la estructura del capital de las empresas. La financiación pública, esencia de este sector, es fundamental para llegar al siguiente salto tecnológico e incorporarlo con éxito, pero ni podrá abarcarlo todo ni lo hará en la misma cantidad. La competencia global y el reparto industrial que se atisba en Europa determinará que solo las estructuras empresariales rentables, flexibles, orientadas a la innovación y alineadas con una política industrial de Estado, sobrevivirán en el futuro. Eso supone muchas cosas, pero algunas básicas: ganar tamaño, al mismo tiempo que se protege y fomenta la cadena de valor, dando entrada a nuevos operadores eficientes e innovadores; eliminar ineficiencias; unir fuerzas, etc. Pero todo lo anterior necesita de una premisa previa: la existencia de unos presupuestos estables y acordes con el nivel de ambición estratégica de España.

¿Qué necesita el sector para ser más competitivo a nivel internacional?

El sector ya compite en el exterior y lo hace de manera sólida y continuada. En los últimos años, los mercados internacionales han supuesto el 70% de la facturación total. Es verdad que esto ha coincidido con una caída fortísima de la demanda interna, pero la industria española tiene productos muy competitivos y el detalle de las exportaciones anuales lo revela. El apoyo de la Administración, y especialmente del Ministerio de Defensa, es esencial en este caso. Cabe destacar el esfuerzo realizado por el actual ministro de Defensa, Pedro Morenés, en esta materia, apoyando a las empresas españolas por todo el mundo y, si me permite, no defendiendo lo que algunos oportunistas denominan como el "complejo militar industrial", sino defendiendo a las miles de familias que dependen directa e indirectamente de esos contratos, defendiendo a una industria que aporta en impuestos a la Hacienda Pública más de 3.800 millones de euros al año. En esta misma línea, también hay que destacar la actividad desplegada por la Oficina de Apoyo Exterior de la DGAM.

Foto: Infodefensa