La sociedad anónima argentina Proyecto Petrel presentó la pasada semana el Petrel 912i, un avión ligero biplaza fabricado íntegramente en el país austral junto al Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA). El vehículo está pensado para el entrenamiento de pilotos de las Fuerzas Armadas y de Seguridad.
La empresa se asoció con el ITBA, una universidad privada que había mostrado interés por diseñar una aeronave de este tipo en el marco de su programa de investigación, para hacerlo en base a las normas aeronáuticas internacionales para aviones ligeros CS-VLA.
A raíz del convenio, 35 alumnos del ITBA intervinieron en el diseño, desarrollo y producción de toda la documentación técnica del proyecto y la firma argentina fue la responsable de financiarlo y construir y certificar el 912i. En su construcción se aplicaron procesos probados y aceptados en el mercado aeronáutico de Europa y Estados Unidos para este tipo de aviones, para lo que se utilizó un 90% de material importado.
Según informó la empresa, ya realizaron diez presentaciones oficiales a los Ministerios de Defensa y de Seguridad, pero aún no han obtenido respuesta. “El Petrel es un avión indispensable como entrenador primario para formar a quienes tienen el deber de cuidarnos”, señaló la sociedad anónima en las redes sociales, en referencia a la utilidad de este como avión de instrucción para efectivos de las Fuerzas Armadas y de Seguridad.
El 912i es un biplaza de 6,10 metros de longitud, 2,75 de alto y una envergadura de 9,60 metros, con un ancho de cabina de 1,16 metros. Tiene un peso vacío de 315 kilos y máximo de 565, cuenta con una carga útil de 250 kilos y una capacidad de combustible de 68 litros. Su velocidad de crucero es de 105 mph a 168 kph.
Proyecto Petrel destacó que el avión cuesta “menos de la mitad” a la hora de ser operado mediante la modalidad de leasing y “cuatro veces menos” en caso de ser adquirido que los que se utilizan actualmente, con “la misma performance y la misma capacidad de instrumental” que estos últimos. En concreto, su coste de operación estimado es de entre 25 y 30 dólares la hora.
“Formar pilotos en un avión de industria nacional fomentaría el desarrollo de la industria nacional aeronáutica privada”, algo que no se implementa desde “hace más de 40 años”, afirmó Proyecto Petrel, que destacó el valor de esto último en la “grave situación financiera” que atraviesa el país.
La iniciativa surgió en 2005, cuando un grupo de ingenieros aeronáuticos, pilotos y empresarios decidieron asociarse para desarrollar un pequeño avión que diese respuesta a una necesidad que, bajo su punto de vista, enfrentaba el sector.
Para ello, firmaron un convenio con el ITBA, lo que dio como resultado el Petrel 912i. Pese a que la aeronave está pensada para el entrenamiento básico de pilotos, ya sea en el ámbito militar como civil, también está capacitada para la actividad aérea deportiva nacional y regional.