El astillero español Navantia ha firmado un memorando de entendimiento con Naviris –joint venture formada a partes iguales por la italiana Fincantieri y la francesa Naval Group- con el objetivo de impulsar la colaboración industrial para el desarrollo del programa de la corbeta europea (European Patrol Corvette, EPC).
Este es el proyecto naval más importante incluido en la Cooperación Estructurada Permanente (Pesco) de la Unión Europea. La iniciativa persigue el desarrollo de un buque con capacidad para llevar a cabo diversas misiones, principalmente destinadas a mejorar la vigilancia marítima, la superioridad en la mar y la proyección de la fuerza.
La corbeta estará enfocada, en concreto, a operaciones en tiempos de paz como la lucha contra la piratería y el contrabando, así como aquellas dedicadas a la asistencia humanitaria, al control migratorio y a la garantía de la libertad de navegación.
El futuro buque tendrá unas dimensiones aproximadas de 100 metros de eslora, 3.000 toneladas de desplazamiento, un calado menor de cinco metros y un enfoque modular, basado en diferentes configuraciones. La idea es que pueda sustituir, a partir de 2027, a varios tipos de buques, desde patrulleros hasta fragatas ligeras. Navantia resalta que “se trata del proyecto de colaboración más ambicioso dentro del ámbito naval de defensa europeo, un proyecto que supone consolidar a la compañía en la vanguardia tecnológica y que abre oportunidades de exportación y de impulso del tejido industrial”.
El proyecto, que aspira a recibir financiación europea, cuenta hasta el momento con la participación de cuatro países: Italia, como coordinador, Francia, España y Grecia, aunque el objetivo es incluir a otros socios europeos para lograr una mayor cooperación industrial de las empresas europeas de defensa.
Desde el punto de vista industrial, Fincantieri y Naval Group, a través de Naviris, y Navantia trabajarán de forma coordinada. Los contactos entre los tres astilleros comenzaron ya el año pasado. Los requisitos de diseño de estos buques, que combinarán soluciones comunes y modulares para permitir su adaptación a los requisitos nacionales, serán definidos por las marinas participantes en el proyecto durante este año 2021.
“El proyecto tendrá un alto componente de I+D, con vistas a soluciones innovadoras para facilitar el codesarrollo, la interoperabilidad, la eficiencia de los buques en las operaciones y la gestión digital de los datos”, apunta Navantia.
España se incorporó a este proyecto en abril del año pasado, como publicó Infodefensa.com. En el caso de la Armada, esta plataforma sería una de las opciones para sustituir a los patrulleros de altura de la clase Serviola (Atalaya, Centinela, Serviola y Vigía) y Descubierta (Infanta Cristina e Infanta Elena), el último tercio de su vida operativa.
En principio, las posibles versiones serían tres: Limited Warship optimizado para guerra antisuperficie, guerra antiaérea (autodefensa) y posibilidad para guerra antisubmarina; Limited Warship para misiones de larga duración (10.000 NM -millas náuticas- a 14 nudos) con capacidades de guerra antisuperficie; y Offshore Patrol Vessel (OPV), adaptada a distintas configuraciones. De esta forma, la futura corbeta europea tendría unas prestaciones que van desde un patrullero oceánico, pasando por una corbeta propiamente dicha, hasta llegar a una fragata ligera.