Los marginados de la inversión

De acuerdo con los últimos datos que se han hecho públicos es previsible que las inversiones totales en defensa durante el año 2017 recuperen los niveles de 2008 en valores corrientes. Volveremos así al nivel de referencia de los 8.500 millones de euros tras una década realmente complicada. La recuperación global deberá permitir iniciar una senda de crecimiento pero, sin embargo, no se verá reflejada todavía en dos políticas básicas: modernización y sostenimiento.

En el primer caso, las inversiones en modernización, sin contar programas especiales, que se situaban en unos 600 millones de euros en 2008, se situarán en 2017 en los 94 millones. Estas inversiones han experimentado descensos anuales medios de un 20%. En cuanto a sostenimiento se ha pasado de los 620 millones en 2008 a un total previsto en 2017 de 239. La tasa media de descenso anual en inversiones en sostenimiento se ha situado en el 10%.

De confirmarse las cifras que apuntamos, vemos como las inversiones en modernización previstas en 2017 representan el 16% de lo que eran hace una década, mientras que las de sostenimiento representan algo más de un tercio. Un descenso inversor que evidentemente ha tenido impacto en multitud de actividades militares, con reflejo en la industria del sector.

El apoyo logístico, especialmente el soporte al ciclo de vida de los sistemas en servicio, ha sido uno de los factores más afectados. La reposición de sistemas no se ha producido al ritmo previsto, lo que ha requerido un esfuerzo mayor en el mantenimiento de los sistemas en servicio para evitar obsolescencias. En paralelo, algunos sistemas principales han tenido que darse de baja por las dificultades que su preservación planteaba, como ha sido el caso del Príncipe de Asturias. Desde el punto de vista orgánico y de procesos de gestión se han introducido algunas medidas para optimizar los recursos disponibles, como se ha realizado en el Ejército de Tierra con una profunda reorganización del Mando de Apoyo Logístico y del conjunto del sistema de apoyo. La paulatina introducción de nuevas tecnologías en las actividades y procesos ha permitido también actuar para obtener economías y optimizar los recursos disponibles.

En el plano industrial las nuevas tendencias de industria 4.0 ya están llevando a considerar futuras actuaciones en el ámbito de la logística de alto nivel para acompasar los esquemas militares con las capacidades industriales. Una colaboración necesaria entre contratistas principales y clientes para garantizar soporte a los grandes sistemas durante ciclos de vida que superarán los 30 años. No debe olvidarse en la definición de los nuevos modelos de colaboración el papel que juegan las pequeñas empresas que, con unas capacidades muy importantes, han sufrido de forma muy directa las reducciones de presupuesto.

Parece que el descenso en la aportación de recursos económicos ha tocado fondo y que la tendencia será de recuperar progresivamente los niveles financieros necesarios. Pero al mismo tiempo será preciso actuar en otros ámbitos para que el soporte en servicio a los sistemas sea el más eficaz y eficiente. Junto con la recuperación financiera, el empleo de nuevas tecnologías, las tendencias industriales, reformas orgánicas y mejora de procesos serán factores igualmente claves para el futuro de una política clave como es la de sostenimiento.