La Fuerza Aérea Mexicana (FAM) está equipando a sus helicópteros Mil MI-17 con soportes construidos en México. En el 2004, se procedió a artillar 19 helicópteros Mi-17 en un proyecto que incluyó el diseño, desarrollo y manufactura de los accesorios en México. De acuerdo con información oficial, la decisión de artillar las naves de ala rotativa se originó a partir de los problemas que vive el país en materia de seguridad, la cual se ha visto vulnerada por grupos de la delincuencia organizada.
De esta forma, en diciembre de 2005 se integró un comité de artillado de helicópteros MI-17 para desarrollar el proyecto, y en enero de 2007, la Sedena autorizó la propuesta de la comandancia de la Fuerza Aérea Mexicana para artillar con armamento defensivo/ofensivo las aeronaves. El artillado de los helicópteros incrementó la capacidad operativa y de combate de la Fuerza Aérea Mexicana, además de que impulsó la creación y desarrollo de una tecnología propia, disminuyendo la dependencia extranjera, además de haber obtenido un ahorro económico significativo.
Esto se lleva a cabo después de la reciente reparación de 19 helicópteros de este tipo en la Planta de Reparación de Aviones de Novosibirsk (NARP por sus siglas en inglés), que forma parte de Russian Helicopters y la Corporación Rostec, realizó el trabajo.
Los primeros cinco helicópteros reparados fueron entregados a México en julio de 2014 y las 14 unidades restantes llegaron entre agosto y septiembre de ese mismo año. El entrenamiento a los especialistas de la Fuerza Aérea Mexicana fue completado con éxito en diciembre de 2014 y fueron presentados con los certificados estándar de finalización en los idiomas inglés y español. En octubre de 2015 se finiquitó el acuerdo entre México y Rusia para la reparación de los helicópteros. En esta nueva etapa, los helicópteros adquirieron un nuevo nombre distintivo Toro haciendo referencia a la potencia y resistencia de la aeronave y un nuevo esquema de camuflaje en dos tonos de color gris.
De acuerdo al contrato, la Planta de Reparación de Aviones de Novosibirsk reparó la estructura de todos los sistemas y componentes de los helicópteros, incluyendo motores, cajas de cambios principales y APU. Todas las partes y componentes que se encontraban caducos o que no eran reparables fueron reemplazados, al igual que las aspas del rotor principal y de la cola.