La DGAM considerará una solución público-privada para sustituir los C-101 a partir de 2021

El Ministerio de Defensa está ya trabajando en la sustitución del avión entrenador C-101 Avioject (E-25) del Ejército del Aire que deberá ser reemplazado para 2021 y afirma que considerará una solución público-privada, que sería la primera de esta envergadura de las Fuerzas Armadas españolas.

A preguntas de Infodefensa.com, la Dirección General de Armamento y Material (DGAM), responsable de este tipo de contratos de adquisición, explicó que el futuro programa Avión Entrenador básico para la Academia General del Aire cuenta ya con un Requisito de Estado Mayor (REM) "validado". Estas mismas fuentes añaden que incluso aparece recogido en los  Objetivos de Capacidades Militares (OCM) de transición establecidos por los planificadores del Estado Mayor de la Defensa (Emad), aunque reconocen que "sin asignación económica”.

Prospección del mercado

La sustitución de la capacidad actual, el C-101 Aviojet, fabricada por la antigua CASA española, hoy integrada en el grupo europeo Airbus, será "necesaria", afirma la DGAM para 2021 de acuerdo con los citados Requisitos de Estado Mayor. Es decir, cuando el avión utilizado actualmente para formar a los futuros pilotos del Ejército del Aire español se acerque a los 40 años de vida operativa, ya que realizó su primer vuelo en 1977 y entró en funcionamiento en España en 1980.

Desde el Ministerio de Defensa resaltan que, en este proceso, ya se ha facilitado a un total de trece empresas lo que han denominado "cuestionario para prospección de mercado". Aunque no se ha revelado oficialmente las compañías que han recibido el cuestionario o el tipo de avión que se busca, Infodefensa.com ha confirmado que incluyen los principales fabricantes de este tipo de aparatos de entrenamiento como Airbus, que entre otras opciones, cuenta con el modelo polaco PZL-130 Orlik MPT.

También ha recibido la petición de información la italiana Leonardo -a la que algunos colocan entre los favoritos entre distintos círculos del Ejército del Aire-, que comercializa varias opciones a través de su subsidiaria Alenia Aermacchi como el avión de entrenamiento a reacción M-345 y los modelos M-236, M-236FA y M-346FT. La versión DRS T-100 es la que Leonardo ofreció al programa T-X de la Fuerzas Aérea estadounidense como entrenador avanzado.

Otras compañías incluidas en esta lista española son la estadounidense Beechcraft, parte de la multinacional Textron, con el T-6C Texan II; la suiza Pilatus Aircraft, con el PC-21-elegido recientemente por Francia para un programa similar-, y la brasileña Embraer que ofrece el EMB-314 Super Tucano. Asimismo, es previsible que también se consideren otros modelos como el avión alemán Grob 120 TP, el coreano KAI KT-1, desarrollado a la versión T-50 Golden Eagle para el programa estadounidense T-X, y el L-39NG de la checa Aero.

La opción público-privado

Las fuentes consultadas por este periódico confirmaron, por otra parte, que el Ministerio de Defensa español también está interesado en recibir información de otras empresas como las españolas Indra o la antigua Inaer, actualmente parte del grupo Babcock España. Según explica la propia DGAM, "existen diversas opciones en cuanto a las alternativas de obtención".

Por ello, el Ministerio de Defensa español reconoce públicamente que está abierta a considerar la utilización del partenariado público-privado. Incluso asegura que esta fórmula, "permitiría la disminución de las cuantías anuales de un posible plan de pagos pero traería consigo un compromiso a más largo plazo".

Por primera vez en las Fuerzas Armadas españolas, un Ejército está abierto a estudiar la posibilidad de no adquirir directamente una capacidad -en este caso aviones de entrenamiento- y optar por contratar los servicios de una empresa privada que lo provea, pagando por uso sin tener que asumir su mantenimiento o logística. Este tipo de contratos ya es una realidad, por ejemplo con simuladores de vuelo.

En enero de 2017, la DGAM francesa adjudicó a Babcock France y Dassault Aviation un contrato para el suministro de una plataforma de entrenamiento para la Fuerzas Aérea francesas. El contrato, de 11 años de duración, incluye el avión entrenador -en este caso del Pilatus PC-21- , sistemas de simulación y la modernización de las instalaciones para el entrenamiento de los pilotos que se llevará a cabo en las instalaciones de la propia Fuerza Aérea francesa en la base de Cognac. El primer avión está previsto que sea entregado en marzo de 2018 y el contrato tiene un valor cercano a los 400 millones de euros.

"La variedad de diferentes opciones para adquirir la capacidad va a traer como consecuencia una comparación entre las distintas posibilidades que podría ser poco homogénea y en la que el valor de determinados parámetros se determinará según la estrategia de adquisición finalmente elegida", concluye la DGAM.