Representantes del gobierno brasileño defendieron ante la Comisión de Relaciones Exteriores y Defensa Nacional (Credn) el acuerdo de salvaguarda tecnológica con Estados Unidos que involucra a la Base Espacial de Alcântara. Desde distintos ámbitos se ha leído el acuerdo como una pérdida de soberanía brasileña.
Los diputados gubernamentales (derecha) están enfrentados con la oposición (izquierda), desde donde se han cuestionado los puntos de un acuerdo que está precisamente en revisión esta legislatura.
Dicho acuerdo establece reglas para proteger el empleo de tecnología estadounidense en actividades en la Base Espacial Alcântara, ubicada en la ciudad del mismo nombre, cerca de la capital del estado de Maranhão, São Luís, como el lanzamiento de un cohete o satélite.
La redacción detalla las condiciones de operación de los artefactos estadounidenses, incluidas las garantías de los agentes de países extranjeros y las limitaciones al desempeño de los agentes brasileños en la región.
El presidente de la Agencia Espacial Brasileña (AEB) y representante del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Innovaciones y Comunicaciones (Mctic), Carlos Moura, defendió el potencial económico de un mercado que, según explicó, involucra varias actividades diarias, la operación de GPS e información meteorológica para soluciones de agronegocios y comunicaciones, como tecnologías de televisión y soporte móvil.
“Hay un crecimiento vertiginoso en este mercado. Tenemos esta ventaja competitiva en la costa norte, que es mejor en comparación con otras. Tenemos mejoras realizadas en los últimos años. Estamos invirtiendo en la transformación del aeropuerto que era militar para uso compartido. Y estamos trabajando en un acuerdo legal que permita al centro vender este tipo de servicio”, argumentó.
El representante del Ministerio de Defensa, el teniente general de brigada aérea Carlos de Almeida Júnior, respondió que no hay "caída de soberanía porque no estamos obligados a lanzar satélites con tecnología estadounidense". Dijo que el 80% de la tecnología en el área es de EEUU y que no hay limitaciones en la inversión en el programa espacial brasileño o en nuevos acuerdos.
“No estamos hablando de acuerdos comerciales. Es una salvaguarda. Es posible que en el futuro otro país nos requiera salvaguardar su acuerdo tecnológico. Existe un acuerdo vinculante solo cuando se utiliza tecnología estadounidense. En el caso de otros países que comerciarán con nosotros, si no estamos hablando de tecnología estadounidense, no hay nada de qué hablar en este acuerdo aquí”, dijo.
Para el diputado Armando (PSL-SC), no hay impactos negativos en la soberanía nacional con el acuerdo.
El diputado defendió la propuesta reforzando el argumento de los supuestos beneficios económicos de la explotación de servicios para el país y para el estado donde se encuentra la base de Alcântara. Sin embargo, reconoció que hay algunos elementos en la sala de redacción para discutir más a fondo, aunque no detalló cuáles.
“Brasil necesita hacer los cambios necesarios para ingresar al mercado internacional. Maranhão es un estado atrasado que necesita recursos para su desarrollo. En mi opinión de los militares, este acuerdo es favorable a nuestro país. Se discutirá la soberanía, hay puntos que ajustar, y es el papel de la Cámara, pero estamos seguros de que la visión detrás de esto es desarrollar el país y unirse a un club selecto de países que pueden lanzar satélites”, dijo.
El acuerdo debe ser aprobado por el Congreso Nacional para que sea efectivo.
La propuesta es considerada actualmente por la Cámara de Representantes en tres comités.
Si obtuvo el voto favorable de los parlamentarios en la cámara, debería ser considerado por el Senado Federal.
El 13 de agosto, se esperaba que #AST votara en la Comisión de Asuntos Exteriores y Defensa Nacional, pero el Credn no votó sobre el Acuerdo de Salvaguardias Tecnológicas.
Los partidos de oposición al gobierno federal (izquierda) pidieron opiniones, retrasando las posibilidades de lanzar satélites por el Centro Espacial de Alcántara (CEA).