El Ministerio de Defensa invertirá 11,8 millones de euros en el traslado del cuartel general de la División Castillejos de su sede actual en el acuartelamiento Teniente Muñoz Castellanos en Madrid hasta el cuartel Sancho Ramírez en Huesca.
El coronel Ángel Garcés Bermejo de la División de Logística del Ejército ofreció la semana pasada los detalles del cambio de ubicación de la división en un encuentro con periodistas especializados en Defensa en Madrid. El presupuesto previsto inicialmente incluye la ejecución de todas las obras necesarias; la instalación de sistemas de comunicaciones y seguridad; y todo el mobiliario asociado.
Junto con la estructura propiamente dicha del cuartel general (Estado Mayor, equipo asesor y jurídico…), el Ejército además desplazará el batallón del cuartel general, el Batallón de Transmisiones II/1, el Centro de Comunicaciones (Cecom) y la Unidad de Servicios del Acuartelamiento (Usac). En total, la reubicación afecta a unos 700 militares e implica el movimiento de 190 vehículos y 110 remolques.
El inicio de los trámites y las primeras reformas en el cuartel oscense comenzaron el año 2017 durante la etapa de María Dolores de Cospedal en el Ministerio de Defensa.
En el proceso de elección de la nueva sede, el departamento y el Ejército de Tierra tuvieron en cuenta que el cuartel Sancho Ramirez se había cerrado a principio de 2017 y, por lo tanto, no era necesaria una fuerte inversión en acondicionamiento. También valoraron de forma positiva la existencia en las cercanías de la ciudad de Huesca de instalaciones para la preparación de la tropa, como los campos de maniobra y tiro de Fornillos e Igries, a 2,5 y 8,4 km, respectivamente, y la proximidad del Centro Nacional de Adiestramiento (Cenad) de San Gregorio a 70 km.
El traslado implica tres actuaciones principales: el reacondicionamiento de las instalaciones del acuartelamiento, la ampliación de las mismas a una parcela anexa cedida por el Ayuntamiento de Huesca, y la reforma de la antigua Residencia Logística Militar.
El año pasado, el Ejército ya desplegó un grupo de 30 militares para avanzar en las mejoras del cuartel y este año trabaja en la instalación de nuevas infraestructuras como una gasolinera y un aparcamiento en el terreno contiguo, entregado por el consistorio local. El objetivo final es que todo el cuartel general esté reubicado a finales de 2020 y plenamente operativo a principios de 2021.
La salida de la División Castillejos del acuartelamiento Teniente Muñoz Castellanos también beneficiaría los planes urbanísticos de Madrid, ya que la base militar se encuentra en los terrenos incluidos en la conocida como Operación Campamento, paralizada desde hace años.