El patrullero oceánico ARA Bartolomé Cordero fue botado el 21 de septiembre en el Astillero Kership, en la localidad de Concarneau, Francia, frente a una comisión argentina. Esta es la cuerta la embarcación de este tipo, y la tercera de nueva construcción, que recibirá la Armada Argentina provistas por Naval Group.
Con la entrega de esta nave, la empresa gala consuma un contrato de alrededor de 300 millones de euros firmado en 2018. Éste establecía la remodelación del OPV L’Adroit, rebautizada como ARA Bouchard, la cual arribó a Argentina en febrero de 2020, y la construcción de otros tres buques: el ARA Piedrabuena, el ARA Storni (a ser entregado próximamente) y el ARA Bartolomé Cordero.
La construcción del buque continúa con la integración de sistemas, la instalación de sensores, centro de comando y control y sistema de gestión de combate Polaris. El incendio sucedido el 30 de junio, que dejó un saldo de cuatro operarios heridos, no modificó los tiempos de entrega.
El director del programa de Naval Group, Jean-Claude Flandrin, comentó a la prensa: “Beneficiándose de las innovaciones ofrecidas por el Naval Group y probadas por la Marine Nationale, estos cuatro buques polivalentes de última generación han sido diseñados específicamente para las necesidades de la Armada Argentina permitiéndole a las tripulaciones llevar a cabo sus misiones en óptimas condiciones de seguridad”.
Por su parte, el vicepresidente de ventas del Naval Group para América Latina, Olivier Michel, explicó que "los buques ya entregados actualmente se encuentran en operación de manera casi permanente y permiten a la Armada Argentina realizar las operaciones esenciales para la defensa de los intereses soberanos de Argentina” y reafirmó el copromiso de su empresa de continuar ofreciendo soluciones a las fuerzas navales argentinas.
OPV-90 clase Gowind
Estas corbetas pertenecen a la nueva generación de OPV diseñadas por la compañía de defensa naval francesa Naval Group.
Son embarcaciones monocasco de 87 metros de eslora, 13,6 de manga y 3,8 de calado. Este tipo de nave es propulsada por dos motores V12 diésel que le brindan una autonomía de 7.500 millas náuticas (13.890 kilómetros) navegando a 12 nudos y puede alcanzar una velocidad máxima de 21 nudos (aproximadamente 38 kilómetros por hora), con un casco especialmente reformado para la navegación en aguas próximas a la Antártida.
Su armamento es el propio para esta clase de embarcaciones: Un cañón de 30 mm marca Leonardo y dos ametralladoras M2 de 12,7 mm. Además, cuenta con una serie de sensores, radares y sistemas de guerra electrónica.
El buque posee espacio para dos botes semirrígidos de nueve metros en sus rampas traseras y tiene la capacidad de transportar un helicóptero de hasta diez toneladas.