El Ministerio de Defensa y la UTE formada por las empresas Santa Bárbara Sistemas, Indra y Sapa firmaron el pasado 2 de noviembre la segunda modificación del contrato para el desarrollo de los programas tecnológicos del VCR 8x8 que incluye, entre otros objetivos, la incorporación de una nueva barcaza para el demostrador 3 (Observador Avanzado).
En un principio, el proyecto recogía la transformación de la plataforma de movilidad (MTR, Mobile Test Rig), presentada en mayo en unas jornadas con el Ejército de Tierra en Toledo, para integrar los programas tecnológicos asociados al demostrador 3.
Sin embargo, la MTR se destinará con este nuevo acuerdo a pruebas de movilidad de una manera intensiva, una vez completadas las modificaciones necesarias en la plataforma para integrar el nuevo grupo moto propulsor (GMP), diseñado por Sapa en el ámbito de los programas tecnológicos. El objetivo final, explican desde la oficina del proyecto, "es reducir los riesgos técnicos".
De esta forma, el programa pasa de cinco a seis demostradores: D1, vehículo de combate de línea (Vcr-Línea); D2, vehículo de puesto de mando de compañía (Vcr-Pc Cía); D3, vehículo de observador avanzado de artillería (Vcoav-Aca); D4, vehículo de exploración de caballería de puesto de mando de sección (Vcr-Vec Pc Sc); D5, vehículo de zapadores (Vcr-Zap). A estos se suma ahora el MRT modificado para las pruebas del motor.
La modificación del contrato también incluye el traslado de los ensayos necesarios para la certificación de la protección antiminas y contra artefactos explosivos improvisados (IED), prevista sobre los demostradores D4 y D5, a una fecha posterior a la finalización de la evaluación operativa del Ejército de Tierra.
Debido al carácter de ensayo destructivo que dicha certificación tiene, no puede hacerse con antelación, puesto que en este caso no podrían ser evaluados operativamente por el Ejército. Por ello, las pruebas de voladura en estos dos demostradores se posponen hasta el 30 de noviembre de 2019.
Además, este acuerdo amplia los plazos de finalización de los hitos pendientes; pruebas de aceptación en fábrica (FAT-G y FAT-D) y pruebas de aceptación en sitio (OSAT). El calendario actual traslada al 10 de julio de 2019 la recepción de los seis demostradores por parte de la Brigada de la Legión, unidad responsable de las pruebas sobre el terreno de los prototipos durante la segunda mitad del próximo año.
Con este calendario por delante, la primera etapa de la segunda fase, es decir, la contratación de un primer lote de 348 vehículos en diferentes versiones, tendría una duración de seis años y su inicio estaría supeditado a la finalización con éxito de la primera fase. "La hipótesis más optimista la situaría entre los años 2019 al 2025", recoge el documento actualizado del programa.
Como publicó Infodefensa.com, la primera adenda del contrato fue aprobada por el Gobierno en noviembre de 2017 con el objetivo de incluir la estación de armas remota Guardian de la empresa española Escribano y la última versión de Mini Samson de la israelí Rafael. Esta modificación supuso un aumento de la financiación del programa para el desarrollo de los demostradores tecnológicos. La inversión asciendió a los 2,6 millones de euros, lo que elevó el presupuesto total a los 92 millones.