El LHD Juan Carlos I, buque insignia de la Armada española, ha llevado a cabo del 10 al 28 de mayo su periodo de Calificación Operativa (Calop). Este tipo de ejercicios, dirigidos por el Centro de Evaluación y Certificación para el Combate de la Flota, permiten al Almirante de la Flota para conocer el grado de adiestramiento de los buques y unidades y su capacidad real para tomar parte en las diferentes misiones encomendadas.
Durante las tres semanas de calificación se han efectuado ejercicios de todo tipo y de dificultad progresiva, desde simulacros de incendios a bordo, hasta ataques contra el buque mediante pequeñas embarcaciones que implican a todos los servicios del buque.
La segunda semana contó con la presencia a bordo de una amplia unidad aérea embarcada, compuesta por tres aviones Harrier AV8B, helicópteros de la 3ª y 5ª Escuadrillas y un total de 146 efectivos.
La última semana, el buque fue evaluado conjuntamente con el Batallón Reforzado de Desembarco (BRD-312) de Infantería de Marina, embarcando una fuerza de desembarco compuesta por 150 efectivos, 15 vehículos y cuatro lanchas de desembarco tipo LCM del Grupo Naval de Playa.
La Armada destaca que en esta calificación operativa compleja han colaborado también las fragatas Victoria y Santa María, el remolcador La Graña, las embarcaciones del Grupo Naval de Playa y diferentes aeronaves de la Flotilla de Aeronaves de la Armada, entre las que se encuentran las unidades tripuladas de forma remota de la 11ª Escuadrilla.
El Juan Carlos I, con sus más de 27.000 toneladas de desplazamiento y 232 metros de eslora, es el mayor buque de guerra jamás construido en España. Continúa con la larga tradición de la Armada de asignar a uno de sus buques principales el nombre propio del monarca reinante en el momento de su entrada en servicio.
Construido en el astillero de Navantia Ferrol, fue botado el 10 de marzo de 2008 y entregado a la Armada el 30 de septiembre de 2010. Se trata de un buque multipropósito que, con varios perfiles de misión, proporciona una gran flexibilidad de cometidos entre las que incluye las capacidades anfibia y aeronaval, así como de transporte estratégico y asistencia humanitaria.
Su diseño está basado en una combinación de estándares militares y comerciales con un alto grado de nacionalización en sus sistemas. Cabe destacar su notable capacidad de carga de personal, vehículos, aeronaves y embarcaciones, así como su novedoso y eficiente sistema de propulsión, azimutal y eléctrico que le confiere una excelente maniobrabilidad.