La Aemet propone usar datos de teléfonos particulares para adelantarse a emergencias climáticas

El presidente de la Agencia Española de Meteorología (Aemet), Miguel Ángel López, expuso, durante la jornada inaugural del Primer Congreso Nacional de Emergencias, la necesidad de diseñar un nuevo sistema de vigilancia meteorológica basado en dos puntos: uno es una zonificación climática más pequeña que la actual, y el otro es el uso de datos de dispositivos electrónicos, como teléfonos móviles, previa autorización de sus propietarios.

Junto a esta nueva herramienta, la Aemet también es consciente de que tiene que dejar de mirar al ahora para mirar al mañana. El cambio climático no es únicamente un concepto, es una realidad a tener en cuenta pero no como algo que ya está aquí sino que va a peor.

Pero vamos por partes, en primer lugar, los problemas a los que se enfrenta la Aemet en el caso de las zonificaciones son que el llamado semáforo de alertas es engañoso porque abarca zonas demasiado amplias.

Este semáforo marca los colores de la gravedad de una emergencia según la historia climática de la zona. Es decir, si en la provincia de Segovia están acostumbrados a 15 cm de nieve el 15 de marzo y en la de Sevilla a 0, la alerta en cada sitio tiene un color distinto si se prevé nieve para ese día y los recursos se movilizan en función a ese color, pero la realidad es que la carretera se corta en los dos sitios. Es más, cuando la zonificación es tan amplia como hasta ahora, una alarma por descenso fuerte de temperaturas puede extenderse a toda una Comunidad Autónoma cuando si la zonificación climática fuese menor podría concentrarse los esfuerzos y recursos justo allí donde hacen falta. De hecho, no proponen utilizar solo los datos climáticos, sino también los de contexto. 15 cm el día de Reyes en un acceso a una gran ciudad no es lo mismo que un día por semana.

Aquí entra en juego el segundo de Los requisitos, la recolección de datos. Ya existe una red de amigos de la meteorología que suelen tener informada a la Aemet, sobre todo cuando hay situaciones anómalas o curiosas, pero la propuesta de López es ampliar esa red con lecturas directas de los teléfonos móviles de aquellas personas que accedan a colaborar (temperatura, ubicación, hora…). Esta recogida de datos ayudaría a concretar esas zonificaciones, permitiría adelantarse a determinadas emergencias y sobre todo a actuar con rapidez y eficiencia.

En cuanto al cambio climático, no es cuestión de prepararse contra lo que está ocurriendo, sino contra lo que vendrá, porque la península se está africanizando climatológicamente. Es decir, el aumento de las temperaturas provocará en pocos años que los problemas derivados de ese clima que ahora sufren en Rabat pasen a sufrirse en Madrid, y no nos puede pillar desprevenidos. El objetivo es adelantarse y para hacerlo necesitan diseñar los modelos pertinentes.

López compartió mesa en la inauguración del Congreso Nacional de Emergencias con el director de Seguridad Nacional, general Miguel Ángel Ballesteros; el director general de Política de Defensa, teniente general Fernando López del Pozo (uno de los creadores de la UME); el director nacional de Protección Civil, Leonardo Marcos; y viceconsejero de Interior y director del 112 Madrid, Carlos Novillo.

El Congreso abrió sus puertas en la Escuela Nacional de Protección de Civil el día 8 con la intervención de la subsecretaria del Ministerio del Interior, Isabel Goicoechea, y las cierra un día después con la del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. Durante estos dos días el sector ha aunado esfuerzos en pro de mejorar el Sistema Nacional de Protección Civil en un evento que incluirá, además de un amplio ciclo de conferencias, un área de exposiciones y otra de demostraciones de las últimas tecnologías en Emergencias.