Este 10 de diciembre se darán a conocer los dos ganadores del Desafío Avante, programa de innovación abierta realizado de manera conjunta entre la Armada de Chile, Know Hub y Athena Lab, que busca resolver problemas específicos identificados por la institución de defensa, a través de emprendimientos de base científica tecnológica (EBCT), y que puedan convertirse en proveedores sofisticados del mundo civil y militar.
Una búsqueda rápida en internet nos mostrará que son cada vez más las empresas que concurren a desafíos de este tipo para resolver problemas cuya solución de alguna manera escapa a su core business, requieren de capacidades específicas, o por algún otro motivo prefieren que sean terceros los que provean la solución, idealmente start ups. Así, pareciera que la Armada se suma a una tendencia del mundo de los negocios, en actividades ajenas a su misión.
Sin embargo, al examinar con detención, podemos darnos cuenta de que, muy por el contrario, el Desafío Avante no solo responde directamente a una de las áreas de misión de la defensa nacional -contribuir al desarrollo nacional y la acción del Estado-, sino que se trata de una actividad cuidadosamente planificada, cuyos fundamentos las encontramos en su Política Institucional de Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i), y especialmente en uno de sus principales proyectos: el Plan Nacional Continuo de Construcción Naval (PNCCN).
En efecto, para que los objetivos del PNCCN puedan llevarse a cabo, es decir, que el 100% de la flota sea construida en Chile, se requiere de una serie de condiciones habilitantes, tanto en el entorno productivo del país como en el ámbito de la I+D+i. Desde este punto de vista, el objetivo estratégico de Avante es doble.
Por una parte, sirve como semillero o programa de incubación muy específico, que va construyendo una masa crítica de EBCT familiarizados con las necesidades, operaciones y cultura de la Armada, de manera tal que puedan convertirse en proveedores de las sofisticadas tecnologías que requerirá la construcción nacional de fragatas. Sin embargo, aunque el rol de los EBCT es transformar resultados de investigación en productos y servicios, en muchos casos el PNCCN requerirá de capacidades más robustas y extensas de investigación. Para ello, es necesario que la Armada se integre al llamado “ecosistema nacional de I+D+i”, es decir, la compleja red de personas e instituciones, desde universidades y centros de investigación hasta fondos de inversión, cuya participación es necesaria para transformar las capacidades de investigación del país en productos y servicios concretos, esta vez al servicio del PNCCN. Aquí es donde Avante también juega un rol fundamental, permitiendo que los talentos de I+D universitarios se conecten con las capacidades, necesidades y cultura de la Armada, allanando el camino a una colaboración directa, más allá de los desafíos planteados por Avante.
Por supuesto, la importancia de esta colaboración trasciende Avante y el PNCCN, ya que genera un canal de conocimiento y comunicación entre dos actores sociales de relevancia, las Fuerzas Armadas y la Academia, generando vínculos institucionales y personales, en un momento en que nuestro país requiere más que nunca de la colaboración y el trabajo conjunto.