José Miguel Marcet es el responsable de Expal en Latinoamércia. Este licenciado en Derecho trabajó en IBM hasta que se dio cuenta de que aquello no le divertía, así que se pasó a Maxam, a la división Outdoors, dispuesto a viajar por el mundo. Y lo hizo, ha sido responsable de África, el Sudeste asiático y ahora de Latinoamérica. Desde que tomó la decisión han pasado 21 años en los que este madrileño ha recorrido miles de kilómetros repartidos por más de 90 países. Ante la obligada pregunta de si en su casa aún lo reconocen cuando vuelve reflexiona: “Quizás sigo casado porque viajo tanto”, suspira elogiando la paciencia de su mujer y sus dos hijos. Marcet ha aceptado charlar con Infodefensa en medio de la vorágine de LAAD 2017. Es un hombre dificil de catalogar a primera vista. La apariencia inicial es seria: gafas de pasta oscura y pelo cano peinado con esmero, blazer con pespunte visto y postura controlada. Sonríe más con los ojos que con la boca mientras propone tomar algo para refrescar la entrevista. Él mismo se levanta a servirlo dando una primera pista sobre su cáracter. Regresa rápido. "¿Empezamos?", apremia.
¿Qué supone el mercado latinomericano para Expal?
Latinoamérica es un mercado histórico para Expal, uno de nuestros primeros mercados de exportación. Y más allá de eso hay una afinidad cultural y lingüística que siempre facilita mucho las cosas. Hemos estado aquí a las duras y a las maduras, en momentos buenos y en momentos de más dificultad como este. Este es un mercado que entendemos y en el que sabemos que se reconoce nuestra calidad y nuestros compromisos.
¿Cuáles son los activos principales de Expal para competir en la región?
El pricipal activo de Expal es su enorme familia de productos y, junto a eso, la respuesta que damos en calidad, precio y plazo. Por último, el entendimiento y conocimiento de este mercado y de las necesidades reales del cliente. Esto nos da un valor frente a los demás, conocemos los procesos y estamos al lado del usuario. Tanto tiempo aquí nos ha llevado a eso y el cliente lo sabe ver.
¿Qué propuesta traen a Brasil?
Actualmente existe interés en Brasil en la incorporación de morteros sobre vehículos pesados. Expal puede aportar aquí la experiencia y conocimiento alcanzada con el Eimos adaptado a las necesidades y el concepto que busca el Ejército brasileño.
¿Alguna propuesta más?
Sí. Queremos hacer un esfuerzo en la promoción de nuevas familias de productos como material de ingenieros y propulsantes en colaboración con las instituciones y las industrias locales.
¿Ya trabajan en el país?
Si, por un lado colaboramos con la Marina de Brasil en el suministro de munición iluminante y fumígera que no se produce en el país. También hay proyectos con el Ejército para munición de artillería y granadas de mortero. Lo cierto es que somos proveedores habituales de la industria local. Con Emgepron (Empresa Gerencial de Projetos Navais) tenemos una planta de demilitarización, la planta es nuestra y está instalada en una de sus instalaciones. Aquí nuestro compromiso va más allá de una venta, esta planta nos permite dar salida al mercado de los explosivos civiles de productos recuperados del proceso de demilitarización a través de la fábrica que Maxam Civil Explosives tiene en Brasil, con lo que la cooperación con la industria nacional es de todo el grupo.
¿Y aparte de Brasil?, ¿qué programas tiene Expal en el resto de la región?
Colaboramos con industria militar local en Chile, Colombia, Argentina y México, con acuerdos de cooperación, somos proveedores recurrentes de productos y servicios para casi todos los países del continente y, además, en Colombia estamos en proceso de colaborar en el postconflicto en el área del desminado humantario. Expal puede ser una actor importante como formador de equipos y proveedor. En Chile, por su parte, hay en desarrollo un proyecto de participación junto a Famae en desmilitarización.