Los fallos detectados en el futuro avión cisterna de la Fuerza Aérea de Estados Unidos (USAF), KC-46A, y sus consiguientes retrasos, se cuantifican en unas pérdidas acumuladas de 3.600 millones de dólares. Boeing, fabricante de este aparato del que Estados Unidos ya ha recibido la primera unidad, pero que sin embargo no llegará a operar hasta dentro de unos años, admitió el pasado viernes que durante los últimos tres años el programa ha sumado unas mermas de 2.310 millones de dólares, lo que eleva sus pérdidas totales antes de impuestos a 3.600 millones.
Actualmente estas aeronaves aún deben corregir deficiencias técnicas clasificadas en el máximo nivel de gravedad. De ahí que la USAF optase hace unos meses por retener de momento el 20 por ciento de los pagos comprometidos, mientras las correcciones pendientes se van resolviendo.
En el último trimestre del año pasado trascendieron nuevos problemas técnicos en el KC-46, en este caso relacionados con sistema de reabastecimiento del avión, que se sumaron a los ya detectados meses antes y que demoraron en varias ocasiones la entrega de los primeros aparatos. Estas deficiencias fueron categorizadas en el nivel máximo de gravedad y, de acuerdo con los datos aportados ahora por Boeing, ha elevado a 736 millones de dólares las pérdidas registradas durante el ejercicio de 2018.
Antes, en el primer trimestre del año pasado trascendieron otros dos problemas relacionados con el sistema de suministro de combustible a otros aviones. Aquel anuncio llegó a su vez después de que la USAF hubiese anunciado que no recibiría las 18 primeras aeronaves previstas en 2017 por otros problemas revelados anteriormente.
Con los problemas que aquejan al programa del KC-46A de fondo, la firma Lockheed Martin, competidor de Boeing, movió ficha a finales del año pasado junto a la compañía europea Airbus para presentar el avión A330 MRTT de esta última, que ya se encuentra operativo, como solución alternativa para el suministro en vuelo en Estados Unidos.
Boeing ganó este programa de suministro de hasta un total de 179 aparatos, denominado KC-X, a principios de 2011, después de que (como informó Infodefensa.com) la compañía apelase la primera adjudicación, que daba como ganador a un consorcio formado por EADS (actual Airbus) y Northrop Grumman que optó precisamente con el modelo A330 MRTT.