La ministra de Seguridad argentina, Patricia Bullrich, ha visitado El Salvador por varios días para conocer el modelo de seguridad implementado por el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, que ha reducido la tasa de homicidios y busca erradicar a las pandillas criminales del país centroamericano. En ese sentido, Argentina busca replicar muchas de las estrategias salvadoreñas.
Bullrich se reunió con los funcionarios del gabinete de Seguridad y Defensa de El Salvador y hasta visitó el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), un centro penitenciario de máxima seguridad destinado solo para pandilleros y construido recientemente, con capacidad para 40.000 presidiarios, situado en el municipio de Tecoluca, en el departamento de San Vicente, en la zona paracentral de El Salvador.
Por otra parte, el ministro de Justicia y Seguridad de El Salvador, Gustavo Villatoro, y su homóloga argentina firmaron el martes pasado un convenio de cooperación para fortalecer la lucha contra el crimen organizado, según informó la oficina de prensa de la Presidencia salvadoreña.
“Representa una alianza y un compromiso entre ambas naciones para unir esfuerzos a favor de la prevención de la violencia y enfrentar con firmeza a los grupos del crimen organizado”, indica la información oficial.
El pacto se produce en el marco de la visita oficial de una delegación de Argentina, aparte de la ministra Bullrich, para conocer el modelo de seguridad del presidente Bukele. Previo a la firma del convenio, Villatoro presentó a la delegación argentina el proceso que se ha venido desarrollando como parte de la estrategia de Bukele desde que asumió el cargo, en su primer período presidencial, en junio de 2019.
El acuerdo establece la creación de espacios de análisis especializados para diseñar estrategias y desarrollar herramientas innovadoras que permitan combatir con efectividad a los grupos criminales.
“Uno escuchaba de El Salvador nada más que muertes, destrucción, lo que eran las maras, el dominio territorial que tenían, la manera en que mataban a las familias, la manera en que las extorsionaban, la manera en que tenían al país bajo su yugo”, dijo Bullrich.
En 2015, El Salvador era considerado uno de los países más violentos del mundo, con 6.656 homicidios al año, y una tasa de 106 muertes violentas por cada 100.000 habitantes. El país concluyó el año pasado con 214 asesinatos, entre ellos 38 presuntos pandilleros muertos en supuestos enfrentamientos con policías o militares. En lo que va del año, la Policía ha registrado 64 homicidios, los cuales incluyen la muerte de cuatro presuntos delincuentes.