España está interesada en el proyecto del futuro carro de combate franco-alemán. La secretaria de Estado de Defensa, Amparo Valcarce, ha asegurado que este programa es uno de los proyectos europeos que sigue muy de cerca el Ministerio de Defensa.
“El objetivo de España es estar presente en los programas de defensa conjuntos y, por supuesto, también en el futuro carro de combate”, ha afirmado Valcarce en declaraciones a los medios, entre los que está Infodefensa.com, durante la visita esta semana a la feria parisina Eurosatory en la que participan medio centenar de empresas españolas -una treintena en el pabellón español organizado por Tedae-.
Esta es la primera vez que desde el Ministerio de Defensa español apuestan públicamente por la incorporación de España a este proyecto. Francia y Alemania lanzaron en abril de este año el programa MGCS (Sistema de Combate Terrestre Principal) para reemplazar a las actuales flotas de carros de combate Lecrerc y Leopard en la década de 2024.
El compromiso de ambos socios contempla un reparto equitativo de la carga de trabajo entre los dos países. En el acuerdo industrial incluye de momento a KNDS (formada por las antiguas Krauss-Maffei Wegmann (KMW), de Alemania, y Nexter, de Francia), y también la alemana Rheinmetall y la francesa Thales. Otros países como Italia también han mostrado interés en el proyecto, si bien Francia y Alemania se resisten de momento a abrir el programa precisamente por el tema del reparto industrial.
Reunión con la DGA francesa
La delegación del Ministerio de Defensa, con Valcarce a la cabeza, ha mantenido una reunión con representantes de la Dirección General de Armamento francesa (DGA) para analizar la situación de otro programa europeo, el FCAS, coordinado en España por Indra. “Es el programa más ambicioso de la industria aeronáutica europea y hay que reforzar la coordinación para pasar del pilar 1B al pilar 2, fundamental para la industria española y la presencia del sector”.
La secretaria de Estado de Defensa apuntó que la reunión abordó otros dos puntos. Por un lado, la necesidad de cooperar industrialmente en los programas conjuntos, “lo que exige entendimiento” y “la capacidad y compromiso de la industria española para proponer soluciones industriales que puedan ser de interés estratégico para nuestros socios franceses y aliados dentro de la UE y la OTAN”.