​El Ejército de Tierra encarga munición de fusil a Nammo Palencia para reforzar sus stocks

El Ejército de Tierra continúa con la compra de munición de calibre 5,56 mm utilizada por los fusiles de asalto y ametralladoras ligeras. El Mando de Apoyo Logístico del Ejército (MALE) ha formalizado a principios de este mes de mayo un contrato con la empresa española Nammo Palencia con un presupuesto de 3,4 millones de euros (impuestos incluidos) para el suministro de munición de este tipo.

El expediente, al que ha tenido acceso Infodefensa.com, no detalla el número de cartuchos que proporcionará el fabricante, tan solo indica que la entrega del pedido se producirá antes de terminar el año. Nammo Palencia suministrará cartuchos de 5,56 mm ordinario.

Este es el segundo gran contrato de munición de 5,56 mm que el Ejército de Tierra cierra con Nammo Palencia en lo que va de año. En febrero, la empresa ya se adjudicó un contrato con un presupuesto de 5,7 millones, impuestos incluidos, como publicó este medio.

Este tipo de munición es utilizada por el fusil de asalto HK-36 -el arma ligera básica de los militares españoles- el fusil de asalto HK-416, las ametralladoras Minimi o las ametralladoras ligeras HK-MG4, en servicio en las Fuerzas Armadas.

Nammo Palencia es uno de los proveedores principales de munición del Ministerio de Defensa. La empresa es la filial en España de la multinacional noruega Nammo, que desde 2013 gestiona las instalaciones de la antigua Fábrica de Armas de Palencia.

Reserva estratégica

La compañía se hizo además en diciembre del año pasado con otro contrato de 5,56 mm para la nueva reserva estratégica de munición creada por el Ministerio de Defensa valorado en 7,7 millones de euros. En este caso, el contrato fue suscrito a través de la Junta de Contratación del Ministerio de Defensa, el órgano responsable de la compra centralizada de ciertos servicios, así como combustible o munición, para el Ejército de Tierra, el Ejército del Aire y del Espacio y la Armada.

Defensa ha incrementado en el último año la compra de munición, sobre todo, de pequeño calibre y ha situado entre sus prioridades incrementar los stocks, así como la creación de una reserva estratégica. En esta decisión ha tenido mucho que ver la guerra en Ucrania.

El conflicto ha incrementado la demanda de todo tipo de munición y cierto armamento y los países que ayudan al Gobierno de Kiev como es el caso de España están encontrando dificultades para renovar sus stocks puesto que los fabricantes han recibido de la noche a la mañana multitud de pedidos.