El ex máximo responsable de la diplomacia europea y de la OTAN, Javier Solana, ha repasado para Infodefensa.com el momento que vive Europa con la consolidación de su proyecto de defensa y su influencia en España. En la entrevista, que publicamos en dos partes, el Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad Común, entre 1999 y 2009, cargo por el que fue conocido como Mr. Pesc, y secretario general de la Alianza Atlántica de 1995 a 1996, se refiere también a las tensiones del viejo continente con Estados Unidos a cuenta de las consecuencias en la industria militar de los planes del primero y del llamamiento a un aumento del gasto en defensa por parte de la OTAN, entre otros asuntos. Esta primera parte de la conversación se centra en Europa.
Con iniciativas como el Fondo Europeo de Defensa y los proyectos de la Cooperación Estructurada Permanente (Pesco), ¿está dando Europa los primeros pasos realmente sólidos para la creación de una defensa conjunta?
Yo creo que ya se han dado pasos a lo largo de los últimos años, pero sin duda este 2019 es bastante particular. Se han tomado varias decisiones operativas, como la creación de un grupo estructurado de defensa de un grupo de países y la Comisión ha tomado importantes decisiones. Por eso yo estoy esperanzado, porque creo que nos hemos dado cuenta de que nuestra seguridad interior y nuestra seguridad exterior están estrechamente relacionadas y hay que tomárselas en serio. Hay que seguir pensando que todavía puede haber problemas en el mundo que requieran de la participación de la Unión Europea, porque la Unión Europea tiene unos valores, una manera de hacer las cosas y unas capacidades para actuar muy coordinadamente desde el punto de vista civil, desde el punto de vista humanitario y desde el punto de vista militar. Es una cosa que casi nadie tiene. Por tanto, la UE puede ser un actor significativo en la vida colectiva. En estos momentos no podemos olvidarnos de que hay gente que está sufriendo por abandonos, por guerras o por conflictos que alguien tiene que ayudar a resolver. Y la Unión Europea, que ha participado en mi época en decenas de actuaciones muy positivas para la estabilidad y para la paz mundial, creo que tiene que seguir con ese ánimo de jugar un papel más allá de lo que creemos que debíamos jugar. Para mí, como dije antes, la relación entre la seguridad interior y la seguridad exterior nos debe permitir además algunos ahorros importantes, porque no son muy distintas las capacidades que se requieren tanto para la seguridad interior como para la seguridad exterior. Por eso estoy muy esperanzado y espero que la Agencia Europa de Defensa (EDA) sea la pieza donde todo esto se pueda articular de una manera coordinada y tecnológicamente viable.
¿Qué encaje debe tener la OTAN en este proceso de más unidad en la defensa europea?
La OTAN es una organización donde hay miembros de la Unión Europea, casi todos, y tiene una función bien clara sobre la defensa de los países miembros de la Alianza a través de una solidaridad que está explicitada en el artículo cinco. Pero hay muchas cosas que se pueden hacer que no requieren el papel de la Alianza o, por ejemplo, puede que alguno de los países más importantes de la Alianza, como Estados Unidos, no quieran participar en determinados asuntos mientras que nosotros sí queremos. Tenemos riesgos importantes, por ejemplo, en el Sahel, que debemos cuidar de tener en nuestro punto de mira, y a lo mejor lo queremos hacer de una manera distinta de la de los americanos. En el momento actual en el que vivimos puede haber momentos en que la sintonía entre los Estados Unidos y Europa no sea total, pero siempre quedará la OTAN, que es el lugar para la defensa definitiva de cada uno de los países de la Alianza Atlántica. Siempre será algo fundamental para los europeos.
En este proceso de consolidación de la Europa de la Defensa se está produciendo una cierta fricción con Estados Unidos en relación con la industria. Washington se queja de que los planes del viejo continente perjudican a las empresas norteamericanas. ¿Europa debe atender las reclamaciones de EEUU?
A mí esa reacción que ha tenido Estados Unidos con una carta que ha enviado a la señora Moguerini [actual Alta Representante de la Unión Para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad], que ya ha sido perfectamente contestada, me parece que es una equivocación total de los Estados Unidos. Es una equivocación plantear el tema así. Si lo que quiere Estados Unidos es que gastemos más dinero para comprarles a ellos, es un mal principio. Se gastará más dinero si es necesario gastar más dinero, y se gastará allí donde sea necesario gastarlo. Tienen muchas más dificultades para comprar en Estados Unidos que las que ellos mismos imaginan. Por tanto, yo creo que es una visión, o un enfoque del problema, completamente equivocado por parte del señor presidente de los Estados Unidos. Si lo que quiere es que la balanza comercial entre Estados Unidos y Europa se trate de equilibrar más haciendo compras militares, se equivocará y no será posible. Me extrañaría mucho ver a parlamentos europeos votando presupuestos más altos de defensa con esa filosofía.