El presidente demócrata del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Eliot Engel, y el miembro republicano de alto rango Michael McCaul, firman una declaración emitida el pasado miércoles en la que afirman que el Congreso “está preocupado con la dirección que el presidente Erdogan está tomando con nuestro importante aliado de la OTAN”. Recep Tayyip Erdogan confirmó a mediados de 2017 que su país encargó a Rusia sistemas de misiles antiaéreos S-400. Desde ese momento los aliados occidentales de la OTAN han presionado sin resultados a Ankara para que dé marcha atrás en esta adquisición, de la que alegan que puede plantear serios problemas por no tratarse de un sistema militar compatible por los utilizados en la Alianza Atlántica.
Estados Unidos ha llegado a advertir a Turquía de que si continúa con sus planes “dará como resultado una reevaluación de su participación en el programa [de avión de combate de quinta generación] F-35y pone en riesgo otras posibles transferencias futuras de armas]
En el verano de 2017 trascendió que Ankara ya había realizado el primer pago, con lo que consolidó su compromiso de adquirir el material ruso, como recogió entonces Infodefensa.com. El presidente turco, Tayyip Erdogan, alegó entonces que si “Grecia utiliza los S-300 y a EEUU no le importa ¿por qué le molesta nuestra cooperación con Rusia?”. Ningún otro país tiene derecho a discutir “las decisiones soberanas e independientes de Turquía en relación a su defensa”, afirmó.
Para tratar de revertir este proceso, ahora es un grupo de legisladores estadounidenses, de ambos partidos (republicanos y demócratas) quienes han pedido directamente a Turquía que cancele la compra. De acuerdo con la cadena de radiodifusión financiada por el gobierno de Estados Unidos Radio Free Europa, lo que se alega es que los sistemas rusos no son compatibles con los sistemas de la OTAN y representan una amenaza para los aviones de combate fabricados en Estados Unidos.
En palabras del congresista McCaul, “coquetear con Putin es inaceptable”. Ante lo que, ha añadido, “el Congreso de EEUU no se quedará sin hacer nada si Erdogan pretende el sistema de defensa antiaérea ruso S-400”. Ante estas circunstancias, ha concluido, “esta legislación envía un mensaje claro a Erdogan: si continúa por este camino se enfrentará a serias consecuencias”.
Entre tanto, Turquía tiene previsto enviar a Rusia para formarse a personal militar que estará a cargo de operar con los S-400.