La Marina de Brasil necesita un portaaviones nuevo tras la jubilación del mítico Sao Paulo y la complicada situación económica del país ha hecho reducir las aspiraciones iniciales. Ante esta coyuntura, Navantia, que ya había ofrecido un diseño en base a los viejos pliegos, ha recogido el órdago al vuelo, reconfigurado su oferta y presentado su Athlas 26000, un buque en operación en España y Australia y en construcción para Turquía que podría encontrar en Brasil su cuarto hogar.
Navantia también está pendiente del programa Tamandaré, cuya licitación saldrá en los próximos días y donde la empresa española compite por construir cinco corbetas como socio Y del Prosuper, donde había presentado la F-100 pero, ante los cambios que se esperan en el concurso derivados como en el caso del portaaviones de la crisis económica, Navantia ofrecerá ahora su fragata ligera Alpha 4000, basada en la F-538 ofrecida a Perú
Más allá de Brasil y Perú, los Avante 1900 y 1400 a la Armada Argentina, concretamente cuatro de cada, los 1400 para la Prefectura y los 1900 para la Armada, para un programa que se quería resolver este mismo año. Estos nuevos buques de la clase Avante, los 1900, se diferencian de los modelos anteriores por la existencia de una segunda cubierta y hangar a popa.
Buques compactos y transferencia de tecnología
Estos productos son parte de los que Navantia muestra estos días en su stand de la feria de defensa de Brasil, LAAD 2017, donde el director de la empresa en el país latinoamericano, Fernando Miguélez, explicó a preguntas de Infodefensa la estrategia de su empresa en la región: “En términos generales, la situación en la región es de necesidad de unas mayores Armadas para controlar su zona económica exclusiva. No obstante, en un momento poco boyante para todos y con todos intentando desarrollar capacidades propias, lo que intentamos es ayudar al desarrollo de esas capacidades con transferencia de tecnología ligada a esos programas”.
Respecto a los puntos fuertes de Navantia frente a sus posibles competidores, Miguélez destacó que “no solo hacemos el proyecto del barco, sino todos los sistemas, armas, equipos principales, hasta los motores. Es un producto compacto que permite tener un solo interlocutor para el 80% del buque”. Esto quiere decir que los problemas de mantenimiento se reducen porque no hay que hablar con distintos proveedores o que la transferencia de tecnología es directa e integral, entre otras ventajas.