El proyecto francés de crear una fuerza europea de intervención al margen de la Unión Europea toma forma. Nueve países de la UE se han comprometido este lunes mediante la firma de una carta de intenciones a sacar adelante esta iniciativa recogida por Infodefensa.com el pasado abril.
Los suscriptores de la alianza son Alemania, Bélgica, España, Estonia, Dinamarca, Francia, Países Bajos, Portugal y Reino Unido. Parte del objetivo de la nueva fuerza europea desplegable en escenarios de crisis es que Reino Unido, en pleno proceso de salida de la UE (Brexit) pueda formar parte de la incipiente alianza
Del listado de miembros llama la atención Estonia, ya que es el único país de un tamaño reducido que forma parte del club. Sin embargo su inclusión resulta clave en el dominio de la ciberdefensa, donde el país es un especialista a nivel mundial tras los graves ataques informáticos que sufrió desde Rusia en 2007, y que le llevaron a tomarse estas amenazas especialmente en serio.
Por otra parte, destaca que Italia sea el único país europeo con una defensa de cierta entidad que no se ha sumado a la iniciativa. Las diferencias de Roma con París a cuenta de la crisis de migración de los últimos días contextualizan este desencuentro, de acuerdo con distintos medios europeos. Pese a que en un primer momento se comprometió a participar, el nuevo Gobierno transalpino, formado por la alianza de la formación autoproclamada antisistema Movimiento 5 Estrellas y la Liga, de extrema derecha, ha optado por quedar fuera, al menos de momento, para analizar la conveniencia o no de su participación.
En todo caso, tanto Italia como otros países interesados podrán unirse a la iniciativa más adelante.
Misión: incluir a Reino Unido tras el Brexit
La creación de esta alianza militar camina al margen de la configuración de la Unión de Defensa en el seno de Europa que el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, anunció en 2017 que deberá estar lista no más allá de 2025, y que se ve impulsada con iniciativas como la creación de un Fondo Europeo de Defensa y la conocida como Cooperación Estructurada Permanente (Pesco, por sus siglas en inglés), ambas configuradas durante el pasado ejercicio.
Francia insiste en todo caso en que la nueva iniciativa no canibalizará el proyecto de estrechamiento de lazos militares que ha acometido la UE. Su objetivo consistirá en tratar de contar con una fuerza preparada para atender futuras crisis, tanto militares como humanitarias, como la ocasionada por las tormentas que azotaron la región del Caribe hace unos meses, o la que generó las intervenciones francesas en la República Centroafricana y Mali, y a las que el país intervino en su inicio en solitario.
El proyecto francés responde en gran medida a un intento de asegurar la presencia de Reino Unido en las iniciativas militares del viejo continente. De momento los miembros de la Pesco aún no han decidido si los Estados no miembros podrán unirse, lo que, en caso negativo, dejaría a Londres fuera. Ante este panorama las autoridades británicas han alentado el diseño de algún tipo de tratado de seguridad con sus futuros ex socios de la UE que le permita continuar con valiosos proyectos de armamento que mantiene con ellos.