La aspiración de industrias como la Rusa y la China, incluso la India, en el mercado latinoamericano es un factor importante que ha visto en una feria como Exponaval, en Chile, una oportunidad de oro. De hecho, por primera vez, Rusia enviará una delegación oficial a Exponaval, mientras que China enviará a dos representaciones distintas. Estos países buscan sumarse a los espacios que ya se han ganado la industria de Defensa de Israel, Estados Unidos de América, Alemania y España, sin lugar a dudas la incorporación de nuevos actores al mercado latinoamericano, con fuerza renovada o con incursiones de posicionamiento en este, favorecen a los diferentes posibles clientes y especialistas que buscan nuevas opciones para el desarrollo e implementar en sus respectivas realidades, un escenario en donde todos tienen espacio y este estará concentrado entre el 29 de noviembre y el 2 de diciembre en Exponaval 2016.
Las últimas cuatro décadas de desarrollo comercial y apertura han posicionado a Latinoamérica como un interesante mercado, el establecimiento de alianzas comerciales y el desarrollo de iniciativas de apertura han favorecido, de una u otra forma, una libre competencia en la que el desarrollo de la industria de la Seguridad y Defensa no ha estado exento de participación.
De esta manera, el establecimiento de plataformas de intercambio de negocios en el ámbito tecnológico, industrial, naval y marítimo es una de las principales ventajas comparativas que ofrece la feria chilena de Defensa Exponaval 2016 a los diferentes expositores y participantes de este ámbito especializado que no es tan solo una exhibición, sino una interacción de avances y también establecimientos de requerimientos conformando las nuevas tendencias que estarán en la vanguardia del desarrollo de la industria naval en las próximas décadas.
Exponaval, campo de intercambios
Exponaval representa una instancia clave para el intercambio y futuras proyecciones. Latinoamérica se encuentra en una etapa decisiva de su desarrollo marítimo bajo el paradigma post Panamá, siendo el transporte en grandes envergaduras un desafío no tan solo para el diseño de la formas de carga, sino también para los servicios de maestranza, mantención y soporte logístico que esto conlleva. Es así como la falta de un dique con capacidad para mantenimiento de embarcaciones post Panamá en el hemisferio sur del continente americano será uno de los tantos temas que se tratará en las diversas conferencias, y sin lugar a dudas en las instancias informales de reunión, comprendiendo que en un mercado dinámico como el latinoamericano es importante satisfacer las necesidades y varios proyectos en diseño al parecer aún no han encontrado la voluntad política para asumir satisfacer este desafío.
Desde el punto de vista naval, la renovación de las diferentes flotas sudamericanas encuentra un espacio fundamental para establecer contactos y comparar productos, esto a pesar de las diferentes reducciones de presupuestos en las áreas de Defensa de diferentes países latinoamericanos. El establecimiento de un poder naval es una política transversal en nuestro continente para el mantenimiento de la seguridad en el intercambio de comercio e implementar políticas estratégicas de disuasión que sean reales, tanto para amenazas emergentes como tradicionales, así como también nuevas tareas distintas a la guerra que están asumiendo las Fuerzas Armadas. Esto se suma a la voluntad política de los nuevos Gobiernos en Latinoamérica, siendo quizás el más relevante el caso argentino, que han apostado por una renovación y repotenciamiento de sus Fuerzas Armadas con el objetivo de mantener actualizadas a sus dotaciones en las nuevas tecnológicas y las implicancias estratégicas que esta conlleva.
Foto: Armada de Chile