La Brigada 2035 tendrá autonomía logística de hasta siete días

Poco a poco salen a la luz los detalles de la Brigada 2035, el elemento principal del futuro Ejército de Tierra, que se encargará de hacer frente a las amenazas cambiantes de las próximas décadas. Inteligencia artificial, big data, robótica y uniformes inteligentes formarán parte del nuevo ADN de la fuerza terrestre que está volcada en un ambicioso proyecto de renovación en el que reducir la huella logística es uno de sus objetivos.

El jefe de la División de Planes (Divpla) del Ejército, el general de división Luis Manuel Martínez Meijide, anunció durante el transcurso de las Jornadas entorno operativo y las fuerzas terrestres en 2035: la necesaria adaptación a los nuevos retos y amenazas que "estará formada por una serie de grupos de combate, tres o cuatro, de aproximadamente 600 unidades, apoyados por unos 90 o 100 vehículos y con autonomía logística de entre cinco y siete días".

En concreto, cada grupo de combate contará con un vehículo de mando y control; nueve de infantería; dos vehículos de reconocimiento; un vehículo de observación avanzada; dos vehículos de artillería; y dos vehículos de zarpadores. 17 vehículos en cada grupo de combate, hasta un total de 51. Además la brigada dispondrá de los siguientes vehículos de apoyo: dos vehículos de mando y control y dos TRS; otros dos vehículos de Guerra Electrónica (EW) y un RPAS; un Controlador de Ataque Terminal Conjunto (JTAC, por su siglas en inglés); cuatro vehículos de defensa antiaérea, un vehículo de mando y control de artillería antiaérea; y diez de logística.

Aunque en estos momentos se siguen determinando las capacidades que tendrá, lo que parece claro es que se reducirá el número de soldados ya que, entre otras cosas, se persigue disminuir la mencionada huella logística y disponer de una mayor potencia gracias a las nuevas tecnologías.

Estará formada por tres o cuatro grupos tácticos a nivel batallón con unos 600 combatientes, a los que hay que sumar unidades de apoyo. En este sentido, el general subrayó el carácter modular y multidisciplinar que definirá a esta brigada. "Contará con capacidad de elementos de maniobra, reconocimiento, artillería, zarpadores y con capacidad para trabajar por separado o junta", detalló.

De hecho, la versatilidad es la columna vertebral del Ejército del futuro. El adiestramiento del combatiente será multidisciplinar, compartiendo misiones operativas con logísticas en orden a reducir la huella logística.

Uno de los ejemplos de esta revolución es el soldado monitorizado que llevará incorporadas cámaras y sensores, que puedan ser transportados para operarlos y recibir datos en tiempo real, que supondrán una diferencia vital para la efectividad de la unidad. Es una pieza clave porque dotará a la unidad de elementos de maniobra, movilidad, contramovilidad o protección. Ahora bien, la fiabilidad y la resilencia de estos sistemas también será determinante. "Si no somos capaces de tener unos sistemas de mando y control fiables, resilientes, que sean capaces de sufrir y resistir ciberataques, que sean capaces de difundir esa información, no tendremos nada", subrayó el general.

Escenarios futuros

En cuanto a los escenarios, el jefe de la División de Planes (Divpla) del Ejército subrayó la complejidad de los futuros entornos. Las fuerzas terrestres tienen que estar preparadas para conflictos que se caracterizan por la volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad, lo que se conoce como entornos VUCA. "Tenemos que estar preparados para enfrentarnos a nuevas amenazas pero sin olvidarnos las actuales -híbrida, ciberespacio, multiespectro-", recordó.

En este sentido, los soldados se enfrentarán a amenazas complejas. Según la ONU, la población mundial aumentará en más de 1.000 millones de habitantes en 2035. Escasearán los recursos y los efectos del cambio climático provocarán flujos migratorios no previstos. En este entorno evolutivo, el Ejército actuará en escenarios difíciles: un campo de batalla no lineal; combate en áreas urbanas o megaciudades donde la lucha en subsuelo va a cobrar importancia; un enemigo avanzado tecnológicamente o una población civil que es parte del conflicto.

No obstante, en el futuro la guerra seguirá siendo basicamente terrestre y los carros de combate serán fundamentales. El sistema estrella del Ejército de Tierra será el Vehículo Sobre Ruedas (VCR) 8x8, que contará con 13 configuraciones distintas dotadas con un complejo sistema de comunicaciones que incluirá conexión vía satélite. Será el vehículo de combate principal y se empleará para enviar tropas al campo de batalla y estará armado con ametralladoras pesadas, cañones ligeros y plataformas lanzamisiles.

Pruebas en la Brigada de la Legión

La unidad elegida para la experimentación será la Brigada de la Legión "por su experiencia contrastada en combate, por su ubicación, por disponer de un campo de maniobras próximo, y por su proximidad al Mando de Doctrina en Granada", explicó el general.

En este sentido, el cuartel general de la Fuerza Terrestre o el Mando de Doctrina en Granada jugarán un papel destacado en la definición y aplicación de estos nuevos conceptos, así como otras unidades como el Mando de Ingenieros que apoyarán la fase de pruebas.

Respecto al calendario, se prevé que la Directiva inicial para poner en marcha la brigada experimental "esté lista antes de julio". Los estudios para definir los apoyos de combate y logístico, en diciembre de 2018, y los procesos de experimentación se desarrollarán entre noviembre de este año y diciembre de 2019, fecha en la que se elaborará el plan de transición.

Implicar a la industria

En un plazo de 17 años, el Ejército de Tierra pretende contar con una estructura modernizada, adaptada a lo que la experiencia dice que serán los conflictos bélicos en el futuro. En el reto de su construcción resulta fundamental contar con la industria de Defensa y el presupuesto.