Las Fuerzas Militares Colombianas (FFMM) han presentado al gobierno de esta nación una detallada lista de los principales sistemas, equipos y armas, consideradas como prioritarias para la asignación de recursos con el fin de comenzar los procesos de adquisición a partir del presente 2019.
Para tales efectos, cada una de las fuerzas (Armada, Fuerza Aérea, Ejército) ha justificado ante el Ministerio de la Defensa la viabilización presupuestal de una serie de programas –estratégicos- que tienen como objeto no solo la modernización, sino además la actualización de las capacidades de cada una de ellas en procura de su fortalecimiento operacional y con el fin de construir capacidades mínimas disuasivas creíbles y de acción conjunta, (actualmente muy escasas) de cara a escenarios geopolíticos cada vez más complejos.
Han sido precisamente estas deficiencias en material y sistemas las que no han permitido que las FFMM colombianas (a pesar de su considerable pie de fuerza y de sus más que demostradas capacidades de combate) puedan plantear esquemas defensivos creíbles frente a las constantes pretensiones e intereses positivos que sobre sus territorios (en espacial marítimos) tienen naciones vecinas tales como Venezuela y Nicaragua, la primera de las cuales ha sido acusada por el gobierno colombiano de violar de manera constante sus espacios soberanos, reportándose desde 1990 hasta la fecha más 314 incursiones por tierra y más de 20 incursiones aéreas no autorizadas y realizadas justamente por la ausencia material de sistemas que sirvan como elemento disuasor.
Los proyectos han sido registrados por cada una de las FFMM ante el Ministerio y serán estudiados por parte del Departamento Nacional de Planeación para la posible asignación de los recursos necesarios. Todos los programas están enmarcados en el Sistema Integral de Defensa Nacional (Siden).
La Armada Colombiana (ARC) ha presentado como su principal proyecto (de diez iniciales), la actualización de sus capacidades ofensivas, de vigilancia y sistemas electrónicos para sus unidades, que detalla los requerimientos de esta institución para los próximos cuatro años.
En este sentido la ARC ha estimado necesaria la adquisición de un sistema de defensa antiaérea para ser incorporado a sus fragatas ligeras de la clase Almirante Padilla (FS1500), decidiéndose por un modelo de lanzamiento vertical o VLS (vertical launching system), hecho significativo pues revela el deseo de esta fuerza de poder dotar a sus principales unidades de superficie de un sistema que posibilite su supervivencia ante un ataque aéreo antibuque (ante una posible amenaza venezolana), pero que además es un indicio claro que el despliegue operacional de estas embarcaciones se prolongará más allá del 2024, como inicialmente se tenía previsto.
En la misma línea, la ARC ha considerado también necesario aumentar su inventario de misiles antibuque (SSM), planteando la adquisición de un nuevo lote para dotar con ellos a sus fragatas ligeras.
Sin embargo, respecto de los dos anteriores requerimientos, a la fecha no se disponen de datos en cuanto a los recursos que se invertirán específicamente para estos sistemas, ni los modelos de los equipos, ni el número de misiles que se ha considerado comprar.
Siguiendo en este aparte, se ha planteado la modernización de diversos sistemas de armas navales (sin especificar cuáles), para lo que se han solicitado recursos por valores aproximados a los 6.900.000 dólares. De la misma forma, se destinará un estimado de 384.000 dólares para el reemplazo de las baterías de los torpedos y de las válvulas Vege y Vegi de los submarinos.
Adicionalmente se ha solicitado la incorporación de un nuevo buque de desembarco anfibio del tipo Cotecmar BDA-MKII, así como la compra y modernización de los sistemas de combate (posiblemente RWS). En este punto cabe mencionar que la ARC ha advertido que recursos cercanos a los 967.000 dólares, que se invertirían en la adquisición del sistema data link, se encuentran a la fecha bloqueados por el Ministerio de Hacienda lo que, en palabras de esta fuerza, "ha impactado directamente los sistemas de navegación y combate”.
Se solicitan también recursos para la realización de la ingeniería de detalles de las Plataformas Estratégicas de Superficie (PES), así como para la incorporación de nuevas embarcaciones para el cuerpo de guardacostas, pero no se menciona nada relacionado con la OPV-93C que va en su fase de diseño contractual.
Pero la ARC también presento un proyecto destinado al Fortalecimiento de medios e infraestructura de la aviación naval a nivel nacional, a través del cual pretende poder adquirir aeronaves de los tipos Beechcraft Super King Air B350i, Cessna Citation IV SR-560, ATR 42-320, Airbus CN-235-200/300, helicópteros de los tipos Bell Helicopter (Textron Company) 412EP o Airbus AS365 Dauphin y UAV/Drones Boeing Insitu ScanEagle.
Finalmente se han asignado los recursos para la compra y el almacenamiento de munición (de todos los calibres operados por la ARC), por valores cercanos a los 3.226.000 dólares, firmándose ya un contraro con la empresa europea Expal, por munición de 40/L70.
La Fuerza Aérea por su parte ha presentado un total de 14 proyectos, con el fin de aumentar las capacidades estratégicas de defensa con una visión a siete años (2019-2025). De estos destacamos el denominado Fortalecimiento de las capacidades de fuegos aéreos para la seguridad y la defensa a nivel nacional.
Para el mismo, la FAC ha previsto inversiones aproximados a los 3.000 millones de dólares (alrededor de nueve billones de pesos colombianos a tasas representativas de marzo de 2019), con las cuales poder financiar la “adquisición de aeronaves multirol de superioridad aérea”, así como la “Adquisición de aeronaves multipropósito” (posiblemente tanquero/transporte), la “Adquisición de baterías antiaéreas de mediano alcance” y la “Adquisición de aeronaves con capacidad de defensa estratégica y guerra electrónica.
Para tales efectos entonces, la Fuerza Aérea solicito rubros para el 2019 por cerca de 644 millones de dólares, sin embargo solo se fueron asignados unos 25.000.000 de dólares, que han sido distribuidos en 15.000.000 de dólares aproximadamente para la compra de una batería antiaérea y más de 9.000.000 de dólares para la compra de una aeronave de guerra electrónica (posiblemente otro Airbus CN-235 EW).
Cabe destacar que este proyecto que abarca todas estas compras estratégicas no tiene informe ejecutivo aun, debido a que o no ha sido elaborado o no ha sido publicado, teniendo en cuenta que todos los demás proyectos de la FAC si tienen informe ejecutivo actualizado a la fecha y tal como se lo reveló a Infodefensa.com, Alex Carrillo, especialista técnico y financiero en este tipo de procesos.
Esta fuerza ha presentado diez proyectos, que se centran en gran parte en el mantenimiento de sistemas móviles y de artillería, así como en aumentar el inventario de medios guiados antitanque (Atgm).
Es así como destacamos el proyecto destinado a la Adquisición de armas principales para vehículos blindados que tiene como objetivo principal Relevar los sistemas de poder de fuego de la función de conducción de la guerra de movilidad y maniobra, fortaleciendo con ello las capacidades de vigilancia, reconocimiento y supervisión.
Para ello se ha planteado la necesidad de adquirir estaciones remotas de armas (RWS por remote weapon systems) para integrarlas a los vehículos Textron Marine & Land Systems Guardian M1117 ASV, sin especificar calibres del arma que se utilizaría en la RWS ni cantidades, pudiendo Infodefensa.com establecer que las mismas serían de 30 milímetros y en número de hasta 31 unidades, aunque a la fecha estaría por presentarse el primer prototipo.
De igual manera, el Ejército estima necesario incorporar nuevos misiles guiados antitanque del tipo Rafael Spike (en sus diferentes versiones), que serían desplegados en los vehículos M1117 ASV 4x4 y en los LAV-III DVH 8x8, para lo cual le han sido aprobadas cifras por un total de 5.288.000 dólares.
Otro de los proyectos de esta fuerza es el que busca el "fortalecimiento del sistema estratégico" durante el periodo 2019-2025, que tiene como objetivos la "dotación de armamentos" y el “mantenimiento en niveles óptimos de los sistemas blindados medianos de combate de caballería y de artillería”, así como el “mantenimiento mayor de armas”.
Para lo anterior se destinarán cifras por 3.000.000 de dólares para la actualización de sistemas de artillería, que Infodefensa.com ha podido establecer se destinarán para las piezas GDELS 155/52 APU-SBT, anotando en este punto que existe interés para la compra de un segundo obús BAE Systems L119 de 105 milímetros.
Siguiendo con este proyecto, se han aprobado cifras cercanas a los 2.338.000 de dólares para actualizar los vehículos tácticos ligeros, así como 51.000 dólares para la actualización de los vehículos tácticos pesados y 356.000 dólares para la modernización de los vehículos tácticos medianos.
Sin embargo, llama la atención que en los proyectos presentados por esta institución no haya ninguno que se refiera a la adquisición de un sistema de defensa antiaérea del tipo Vshorad, así como del ya muchas veces postegardo MBT (tanque principal de batalla), aún y a pesar que en la doctrina Damasco estos dos tipos de sistemas tengan sus propios manuales, esperándose que el Ejército no solo sea coherente sino consecuente entre lo que postula teoricamente y su necesidad operacional de desplegar el arma en cuestión y tal y como se lo comento a Infodefensa.com, Alex Carrillo, especialista consultado para este tema.
De lo descrito anteriormente puede deducirse fácilmente que las Fuerzas Militares Colombianas tienen una percepción clara de la necesidad de ser dotadas con sistemas y equipos específicos, cuya adquisición y posterior despliegue es fundamental para poder contar con esas capacidades mínimas disuasivas necesarias para la defensa y el mantenimiento de la soberanía e integridad territorial nacional. En manos del gobierno nacional esta la posibilidad de tomar las decisiones para la materialización de estos ya impostergables proyectos.
*Con datos financieros de Alex Carrillo.