Durante el mes de diciembre de 2024, se realizó la V versión de la Campaña Hielo, esfuerzo que desplegó la Armada de Chile por medio de la Aviación Naval para el desarrollo de toma de mediciones glaciológicas superficiales y profundas en el Territorio Chileno Antártico. El desarrollo ha sido en conjunto con el Centro de Estudios Científicos (CECs) para aportar al registro de datos cruciales y así ayudar a comprender los procesos de cambio climático a nivel global y de que manera esta generando diferentes procesos en el Continente Antártico.
Punta Arenas se ha consolidado como la puerta de entrada aérea privilegiada. Un avión P-3 Orión perteneciente al Escuadrón de Exploración Aeromarítima VP 1, con base en Con Con, se trasladó desde la Región de Valparaíso. Se realizaron cuatro vuelos al Territorio Chileno Antártico con un despliegue de más de cincuenta horas.
El comandante de la Comisión Antártica Hielo V fue el capitán de fragata Cristóbal Rodríguez de Arcas. Junto a su dotación tuvo que realizar el complejo proceso de planificación, coordinación y ejecución de los vuelos. El objetivo contemplado era llegar a la latitud 80 sur y aterrizar en la Estación Polar Científica Conjunta Glaciar Unión, operando en forma conjunta con la Fuerza Aérea de Chile.
Cientificos del Centro de Estudios Cientificos y exploradores del Escuadron VP 1 de la Armada de Chile
Según el comandante Cristóbal Rodríguez, “la Campaña contó con cuatro vuelos antárticos, cerca de 50 horas de exploración y medición de glaciares y plataformas de hielo en el Territorio Chileno Antártico con el objetivo de contribuir a la comprensión de los efectos del cambio climático a nivel global”.
Entre las actividades desarrolladas en la Campaña Hielo V, el comandante de la campaña destacó que “el primer hito fue el aterrizaje en la Estación Científica Conjunta Glaciar Unión, en la latitud 80 grados Sur, en lo que se denomina Antártica Profunda, con el propósito de ampliar el radio de acción de las mediciones". El segundo hito fue materializar presencia en el área del Mar de Weddell y Bellingshausen; y el tercero fue realizar mediciones al Este y Oeste de la Península de O´Higgins.
“En mi calidad de comandante del Escuadrón de Exploración Aeromarítima VP-1 y comandante de la Campaña Antártica Hielo V, creo que uno de los principales hitos que han contribuido al éxito de esta misión ha sido la cohesión y el trabajo en equipo, tanto de los exploradores del escuadrón VP 1 como también de los científicos del Centro de Estudios Científicos, que hemos trabajado en forma mancomunada para cumplir una sola misión”, indicó.
Colaboración
Para el desarrollo de este importante estudio, la Armada de Chile firmó el pasado 30 de septiembre un convenio de colaboración con el CECs. De esta manera se renovaron los esfuerzos realizados en conjunto durante casi 20 años para comprender los fenómenos glaciológicos que se desarrollan en diferentes rincones del Territorio Chileno Antártico, acto realizado a bordo del Rompehielos Almirante Oscar Viel.
Para esto, se contó con la implementación de distinta tecnología que fue adosada a la unidad aeronaval, la cual es de elaboración propia del CECs y para cuya operación se contó con un grupo de científicos que se trasladaron desde Valdivia hasta Punta Arenas para embarcarse en los diferentes vuelos que se desarrollaron desde la capital de la Región de Magallanes y Antártica Chilena.
Escombros de Hielo en el Mar de Bellingshausen en el Territorio Chileno Antártico
Centro de Estudios Científicos
El Centro de Estudios Científicos (CECs), con cuarenta años de existencia, se ha dedicado a la investigación de vanguardia en el ámbito de la física, glaciología y meteorología, contando con una serie de investigadores en distintas disciplinas, contando con diferentes alianzas a nivel nacional e internacional.
Rodrigo Zamora, director científico de la campaña Antártica Hielo V, comentó que esta es la continuación de los Proyectos Hielo iniciados el 2002 entre la Armada de Chile y el CECs, que busca medir la topografía superficial y topografía subglaciar de diferentes glaciares en diversas zonas de la Antártica, así como plataformas de hielo flotantes. Zamora destacó: “A nosotros nos acomoda mucho trabajar con los miembros de la Armada de Chile, trabajando de igual a igual, siendo cada uno de los vuelos un viaje extenuante, sumado a las complejidades del vuelo, logrando un trabajo en equipo”.
Para el desarrollo del registro de datos, se desarrollaron diferentes instrumentos de medición desarrollados por ingenieros del CECs y adosados al P 3 Orion de la Armada de Chile.
El encargado de la instrumentación es el investigador Andy Uribe, operador también del radar de penetración de hielo para los estudios glaciológicos. En torno al desarrollo de la tecnología utilizada señaló que se desarrolló en Chile y tomo varios años. Según comentó, se realizaron distintos prototipos desde el año 2007, mejorados paso a paso, primero para mediciones terrestres y adaptando el radar para la plataforma aérea como es el caso del P 3, resultado de integración de tecnología y el uso de diferentes componentes.
Por su parte, el ingeniero electrónico Alejandro Silva, encargado de los instrumentos a bordo señaló: “Para esta misión tenemos montado un radar que mide la densidad de los glaciares y además un sistema Lidar. Este último mide la rugosidad del hielo, con el objetivo de comparar con mediciones de años anteriores y de esta manera poder determinar el derretimiento de los hielos en la Antártica”. Esta labor la realiza junto a la investigadora Bárbara Rojas, coordinadora de logísticas de la expedición.
La insignia del proyecto Hielo V, la cual refleja las labores realizadas en el Territorio Chileno Antártico
Desafíos del territorio
La preparación y planificación de los exploradores del Escuadrón de Exploración Aeromarítima VP 1 resultan fundamentales al momento de efectuar los sobrevuelos en el Territorio Chileno Antártico, considerando las condiciones extremas que presenta uno de los rincones más inhóspitos del mundo.
El comandante de aeronave, capitán de fragata Tomás Iturriaga, señaló que son diferentes los desafíos que se deben considerar para el desarrollo de estos vuelos. “Las dificultades de volar en el Territorio Chileno Antártico son enfrentar condiciones extremas, como las dificultades del contraste visual. Cuesta a veces diferenciar cual es la superficie de nieve o hielo y cuando se presentan condiciones de niebla o bruma en las cercanías de la superficie. Debemos volar con anteojos para poder mejorar el contraste que uno puede apreciar cuando se esta operando en la superficie de la Antártica”, explicó.
Por otro lado, el comandante Iturriaga afirmó que otra de las dificultades es la nubosidad. "Pudimos apreciar nubosidad lenticular en la cercanía de algunos cordones montañosos que sobrevolamos. Esas nubes tienen la particularidad de generar corrientes descendentes y pasadizos de turbulencia que son bastante fuertes, especialmente cuando uno esta volando a bajos niveles”, indicó.
“Las condiciones de temperatura del vuelo son extremadamente bajas, lo que a nosotros nos debe mantener constantemente alerta para evitar condiciones de congelamiento, tanto de los instrumentos que nos dan la altitud y la velocidad, así como también verificar las temperaturas para evitar que eventualmente se nos congelase el combustible”, dijo el capitán de fragata Tomás Iturriaga.
Para los miembros del Escuadrón de Exploración Aeromarítima VP 1 es una experiencia única, en donde la planificación de meses se llevó a cabo sin dejar de lado las tareas propias que realizan a lo largo y ancho del litoral.
Equipo de radar desarrollado por el Centro de Estudios Cientificos para la toma de mediociones en plataformas de hielos y glaciares