Un caza monoplaza Mirage 2000P de la Fuerza Aérea del Perú (FAP) ha impactado la ladera oeste del nevado Picchu Picchu en la región de Arequipa. El piloto, mayor Ramiro Alfredo Rondón Medina, no pudo eyectarse y ha perdido la vida mientras pilotaba el avión de combate en una misión de entrenamiento a baja cota.
El piloto y el caza de ala delta despegaron desde la Base Aérea La Joya (departamento de Arequipa) para enrumbarse a la zona de entrenamiento. Aproximadamente las 10.30 horas del 11 de abril el Grupo Aéreo N° 4 de la Fuerza Aérea del Perú perdió contacto con la aeronave.
Minutos después se desplegó una misión de búsqueda y rescate en la que participaron medios aéreos, incluyendo un helicóptero Mi-17, un avión de transporte mediano C-27J Spartan y un avión C-26B, y medios terrestres hacia las cercanías del distrito de Chiguata. Las malas condiciones meteorológicas que imperaban en la zona obligaron a suspender la búsqueda del piloto hasta las primeras horas del día siguiente.
Cerca de las 11.00 horas del 12 de abril se ubicó la zona de impacto del caza Mirage 2000P, y se confirmó la muerte del experimentado piloto.
La Fuerza Aérea ha confirmado la activación de una Junta de Investigación de Accidentes (JIA) para establecer las probables causas del siniestro.
Recambio
El Mirage 2000P siniestrado era uno de los diez monoplazas que alinea la Fuerza Aérea del Perú junto a dos biplazas Mirage 2000DP. Los 12 cazas Mirage 2000 fueron incorporados entre 1986 y 1987, y junto a los MiG-29 que fueron incorporados en la segunda mitad de la década siguiente, han formado la columna vertebral de defensa aérea del Perú. Con una operatividad actualmente reducida, la aviación de caza peruana corre el riesgo de desaparecer si el Gobierno no inicia pronto el proceso de selección de nuevas plataformas.
Entre las alternativas que ofrece el mercado internacional a la Fuerza Aérea del Perú destacan los cazas Rafale, de la casa francesa Dassault Aviation; y el KF-21 del fabricante surcoreano Korea Aerospace Industries (KAI). Rafale es un producto del mismo fabricante del Mirage 2000, poseedor de una de las mejores suites de guerra electrónica de la actualidad y heredero del estupendo fit-and-finish de Dassault. Sobre el KF-21 hay aún más preguntas que certezas, aunque la FAP tiene también experiencia trabajando con Korea Aerospace Industries en la línea de coproducción de aviones de entrenamiento básico KT-1P y en la fabricación de piezas aeronáuticas.
Si bien tiene líneas que recuerdan a los cazas furtivos del fabricante estadounidense Lockheed Martin (F-22 y F-35), con la cual KAI tiene una asociación estratégica, no se trata de un caza furtivo porque tiene rieles externos para carga de armas, tanques de combustibles y pods, así como rieles recesados en la sección ventral del fuselaje central para el lanzamiento de misiles aire-aire.
La seguridad de pilotos, personal de mantenimiento y la salvaguarda de la seguridad nacional del Perú son obligaciones constitucionales que requieren atención urgente a través de la modernización de la aviación de caza, amén de otros varios rubros en la misma Fuerza Aérea como la prometida compra de un avión de guerra electrónica y control del espacio aéreo (AEW&C) que está aún pendiente.