El Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobó este lunes una resolución que autoriza el despliegue —por un año— de una fuerza internacional para ayudar a Haití a enfrentar la violencia de pandillas y restaurar la seguridad interna.
La decisión se produjo luego de los reiterados pedidos por parte del primer ministro haitiano, Ariel Henry; de Gobiernos de otros países como Estados Unidos, Canadá y República Dominicana, así como del secretario general de la ONU, António Guterres. Trece países miembros votaron a favor de la resolución, mientras que Rusia y China se abstuvieron.
La Fuerza de Seguridad
La nueva misión internacional desplegada en Haití será liderada por Kenia. La nación africana ha presentado un plan a las Naciones Unidas (ONU) que incluye tres fases: apoyo operativo a la policía haitiana para combatir las bandas criminales, garantizar la seguridad de instalaciones y lugares clave, y fortalecer la fuerza policial a largo plazo.
Kenia desplegará 1.000 policías en Haití, mientras que varios países americanos han prometido sumarse a la fuerza internacional enviando contingentes militares y policiales. Participan Antigua y Barbuda, Jamaica, Las Bahamas y Surinam.
La crisis eterna
En las últimas tres décadas, Haití ha estado afectado por la inestabilidad política, epidemias y grandes catástrofes naturales. Estas problemáticas han derivado en una grave crisis política, social, humanitaria y en violencia extrema. Además, la situación se ha agravado desde el magnicidio del presidente Jovenel Moise (julio de 2021) con el desbordamiento de las pandillas armadas que controlan casi el 80 % de la ciudad capital Puerto Príncipe.
En lo que va del año, las pandillas han asesinado a casi 2.500 personas y secuestrado a más de 950. Asimismo, se han cometido violaciones, incendios provocados, y desplazamientos de 200.000 habitantes hacia otras zonas del país.