El ministro de Defensa, Jorge Taiana y el jefe de la Armada argentina, el almirante Julio Horacio Guardia, encabezaron la ceremonia por el 209° aniversario de la fuerza en el Apostadero Naval Buenos Aires a bordo del destructor ARA Sarandí.
En su discurso, Guardia afirmó que “en este escenario, desafiante y promisorio, la Armada continúa con su mirada hacia el Atlántico, hacia nuestras islas y hacia la Antártida, avanzando en la recuperación de sus capacidades, para ponerse a disposición del instrumento militar de la Nación”. Agregó que “asimismo, el Mar Argentino, y en particular su Zona Económica Exclusiva y su plataforma continental, son el escenario donde el Comando Conjunto Marítimo materializa el esfuerzo orientado a la primera línea de vigilancia marítima”.
Por otro lado, destacó los proyectos para dotar a las OPV de helicópteros livianos y vehículos no tripulados para multiplicar el área cubierta durante sus patrullas; los avances en las gestiones para la incorporación de aeronaves P-3 Orión, que incrementarán la capacidad de exploración sobre el Atlántico Sur.
El jefe de la Armada argentina, el almirante Julio Horacio Guardia, durante su discurso. Foto: Ministerio de Defensa
También comentó sobre la llegada al país del primer Beechcraft TC-12B Hurón que reforzará la escuadrilla de vigilancia y sostén logístico con asiento en la Base Aeronaval de Punta Indio, donde ya se iniciaron las tareas para la recuperación integral de sus pistas principal y auxiliar. En el apostadero naval también se encontraban la corbeta ARA Robinson, perteneciente al Comando de la Flota de Mar, el buque escuela fragata ARA Libertad y del rompehielos ARA Almirante Irízar.
En el acto también estuvieron presentes el embajador de Irlanda, John Gerard McCoy; los fefes del Estado Mayor General de la Fuerza Aérea, brigadier general Xavier Julián Isaac y del Ejército argentino, teniente general Guillermo Olegario Pereda
17 de mayo
El día de la Armada argentina recuerda el Combate Naval de Montevideo (1814), en el que la escuadra al mando del Almirante Guillermo Brown venció a los realistas y permitió acentuar el sitio sobre la plaza de Montevideo y acelerar su caída, poniendo fin al dominio español en las aguas del Río de la Plata.