(Infodefensa.com) Moscú – Rusia está capacitada para desarrollar su propia versión de los buques portahelicópteros Mistral, según ha declarado el ministro ruso de Industria y Comercio, Denís Mantúrov, después de que Francia suspendiese la semana pasada la entrega de los buques de este tipo que le encargó Moscú en represalia al papel del país eruoasiático en el conflicto de Ucrania.
“Si se pone ante nosotros la tarea de construir buques similares [a los Mistral], lo haremos, porque hubo una cooperación [internacional] y tanto sus componentes como el sistema de mando son rusos”, ha explicado Manturov en una entrevista concedida a la televisión Rossiya 24 citada por la agencia estatal RIA Novosti.
El presidente del Movimiento en Apoyo a la Armada Rusa, Mijaíl Nenáshev, ha incluso cuantificado esa posibilidad. Según ha explicado a la misma agencia el país podría construir buques análogos a los Mistral en un plazo de cuatro años y por un coste de entre 120 millones y 200 millones de euros, mucho menos que los franceses, cuyo contrato por dos unidades fue suscrito en junio de 2011 por 1.200 millones.
Sin embargo, Nenáshev ha puesto en duda la utilidad de los Mistral incluso para los propios franceses, y ha afirmado que Rusia podría no necesitarlos, por lo que apuntó que los portahelicópteros de clase Mistral tienen más bien un valor político.
“Nuestra Armada no los necesita”
“Nuestra Armada no los necesita porque no pensamos trasladar a marinos de esa forma”, dijo textualmente, y añadió: “Los propios franceses buscaban y siguen buscando la manera de utilizar esas naves”
La Armada rusa debía recibir el primero de los buques encargados a Francia durante este mismo año y el segundo, en 2015.
Tras el anuncio francés de que no se daban las condiciones de entrega de los Mistral, la agencia rusa afirma que Hollande aseguró finalmente que Francia decidirá a finales de octubre si el primer barco Mistral pasará a manos de Rusia, siempre a condición de que cesen las hostilidades en Ucrania y se firme un acuerdo de regulación política de la crisis.
Por su parte, añade, los representantes de la compañía francesa DCNS, donde se construye el primer buque, aseguraron que las sanciones no pueden influir en su entrega. Los sindicatos locales también manifestaron su desacuerdo con el posible incumplimiento del acuerdo, pues amenazaría con el despido de gran número de trabajadores y enormes multas que afectarían a la economía de Francia, explica la agencia rusa.
Foto: DCNS