Londres quiere completar en 2022 una flota de 35 cazas de quinta generación F-35B. El Ministerio de Defensa británico espera “duplicar su número de aviones furtivos F-35 después de haber pedido 17 aeronaves más”, según ha anunciado el secretario de Defensa, Gavin Williamson.
Reino Unido ya cuenta en la actualidad con 16 aparatos de este modelo, repartidos entre la base que la Real Fuerza Aérea (RAF, por sus siglas en inglés) tiene en Marham, al este de Inglaterra, y Estados Unidos, donde se completa su puesta a punto. Además ya figuran otras dos unidades pedidas, lo que suma un total de 18. A estos se añadirán entre 2020 y 2022 los 17 encargados ahora, hasta completar el inventario de 35 previstos.
Reino Unido es el segundo mayor socio del programa del F-35, en el que están implicados nueve países. Su compromiso pasa por la adquisición del 15 por ciento de toda la producción prevista en este proyecto, que es el mayor de ámbito militar de toda la historia. En total, la RAF y la Armada Real británica (Royal Navy) tienen proyectado recibir 138 unidades. El alto coste de los aviones ha llegado a generar unas dudas de que este plan pueda ser culminado que las nuevas noticias parecen disipar.
“Estoy encantado de confirmar que estamos duplicando el tamaño de nuestra fuerza de F-35 hasta una formidable flota de 35 cazas furtivos”, ha explicado el secretario de Defensa. Williamson ha destacado que esta “es otra masiva orden en el mayor programa de defensa de la historia”, en el que, ha añadido, “nuestras fuerzas armadas y nuestra industria están interpretando un papel líder”.
Según los cálculos del ministerio británico “se prevé que este programa aporte un inmenso aumento de 35.000 millones de libras [, equivalentes a 39.500 millones de euros,] a la economía británica, y será una buena noticia para nuestras empresas que muchos más aviones estén listos para la producción”.
La versión F-35B adquirida por Reino Unido está diseñada para despegues cortos y aterrizajes verticales (STVOL) y, en caso de necesidad, es capaz de despegar verticalmente (VTO). Esta variante sustituye a los cazas Harrier, como los que en una versión más antigua que los actuales emplearon precisamente los británicos desde portaaeronaves en la Guerra de las Malvinas y todavía utiliza España desplegados desde su buque LHD Juan Carlos I.
El primer avión de combate de quinta generación F-35B despegó y aterrizó por primera vez en el portaaviones HMS Queen Elizabeth de la Armada Real británica (Royal Navy) el pasado septiembre. El F-35B es la aeronave principal con la que será dotado este barco de 65.000 toneladas y 290 metros de eslora, que llegará a contar con hasta 40 aparatos a la vez, en su mayor parte aviones de combate. El HMS Queen Elizabeth será, junto con su gemelo, el HMS Prince of Wales, el buque de guerra de superficie de mayor tamaño y potencia de la historia de la Royal Navy.
Los 17 aviones pedidos ahora por Reino Unido forman parte del encargo de 255 unidades en total que acaba de recibir Lockheed Martin, su fabricante principal, por algo más de 22.700 millones de dólares, en su mayor parte para dotar a Estados Unidos. Se trata probablemente del mayor contrato único de aviones de combate adjudicado en toda la historia.