​Sánchez Revenga (Aesmide): "El objetivo es estar en la cadena de suministro de los grandes programas de defensa"
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​Sánchez Revenga (Aesmide): "El objetivo es estar en la cadena de suministro de los grandes programas de defensa"

La asociación, que reúne a 80 empresas del sector, celebra este año su 40 aniversario
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Gerardo Sánchez Revenga es el presidente de Aesmide (Asociación de Empresas Contratistas con las Administraciones Públicas), que acaba de cumplir 40 años. Hoy, la asociación reúne a 80 compañías, la mayor parte están relacionadas de una forma u otra con las Fuerzas Armadas, ya sea a través del suministro de equipamiento para el soldado o mediante servicios. Con motivo del aniversario, Infodefensa.com ha entrevistado a Sánchez Revenga para hacer un repaso de estas cuatro décadas y conocer los objetivos de la asociación y las empresas que la componen en los próximos años.

Aesmide cumple 40 años, ¿Qué balance hace de estas cuatro décadas?

Aesmide nace en 1984 para asesorar por parte de las empresas y la industria relacionada con la calidad de vida del soldado a las Fuerzas Armadas. Este año hemos hecho una serie de actos de reconocimiento al pasado; donde están personas como Eduardo Serra, Julián García Vargas o José Luis Graullera. La asociación creció después al mismo tiempo que las Fuerzas Armadas. En la Administración estos años ha habido cambios en la contratación en los que ha influido Aesmide, promoviendo la externalización en aquellas funciones que no podía hacer un ejército ya profesional y, sobre todo, impulsando la colaboración público-privada y la asociación entre empresas. Eso es el pasado. Hoy en el presente Aesmide apuesta por la participación. Promovemos, primero, conocer las necesidades de las Fuerzas Armadas para elaborar los productos que tienen que utilizar para el cumplimiento de la misión. Y, luego, participar en los proyectos. La participación es un paso más que la colaboración. El Ejército de Tierra tiene en marcha proyectos como la base logística, el Ejército del Aire, el Bacsi, y la Armada, con los arsenales digitales. La asociación se ha transformado, pasando de ser una entidad de servicios y suministros en el ámbito textil, alimentación o infraestructuras a incrementar el peso de la tecnología.

¿Cuántas empresas forman parte de la asociación?

Aesmide agrupa actualmente 80 empresas. Inicialmente, las principales áreas fueron el equipamiento a la fuerza (vestuario, alimentación, protección, limpieza, infraestructura, logística, campamentos de vida …). Todo lo que supone calidad de vida del soldado. Siempre pongo un ejemplo. Un soldado desde que se levanta hasta que se acuesta está utilizando productos de las empresas de Aesmide. Hoy se han incrementado las empresas enfocadas a la tecnología; hay más de 20 compañías en esta área. En las Fuerzas Armadas en la actualidad, desde los submarinos al VCR 8x8, todo son sistemas de sistemas donde interviene la tecnología. Nuestra labor hoy en día es participar con las empresas tractoras en programas terrestres, aéreos y marítimos en la cadena de suministro y en el ciclo de vida.

¿Este es el objetivo para los próximos años?

Sí, porque nuestras empresas son capaces de atender a estos programas. La defensa en todos los países tiene compañías tractoras y también pequeñas que apoyan en el desarrollo de los programas. También hay otro actor: las universidades. Y juntas, pequeñas empresas y universidades, aportan innovación y tecnología a los grandes programas.

El Ministerio de Defensa ha hecho una apuesta muy importante por el sector en forma de nuevas inversiones, ¿es una oportunidad única?

El incremento presupuestario en defensa de los últimos años ha ido dirigido a fortalecer la base tecnológica e industrial de la defensa. Por otra parte, también ha mejorado las capacidades de las Fuerzas Armadas. Los grandes programas han dado estabilidad a las empresas que participan, puesto que los desarrollos son a largo plazo. Esta estabilidad permite a su vez la innovación, la inversión en tecnología y la mejora de los productos. Y a su vez el incremento de la producción hace posible la mejora de las instalaciones o la creación de empleo cualificado. Esto es todo lo que genera la inversión en defensa. Las empresas piden certidumbre en el ámbito presupuesto y de planificación.

También hay que tener en cuenta los nuevos programas europeos

Europa era reacia al principio al sector de la defensa. Pero poco a poco se da cuenta de que es importante. Primero invierte en seguridad y tecnologías duales y después entra de lleno con 8.000 millones en distintos programas de defensa. Las empresas de Aesmide están activas también aquí.

Todas las inversiones están ligadas a un complejo escenario político, ¿de repente parece que hemos descubierto que empresas como las que forman parte de Aesmide son fundamentales para la seguridad de un país?

La guerra en Ucrania ha abierto los ojos a la sociedad, que ha visto que la defensa ya no es un bien intangible. A la pregunta, ¿para qué se gasta dinero de los presupuestos en defensa?, hoy en día la respuesta es clara; para garantizar la seguridad. La sociedad se ha dado cuenta de que la seguridad es imprescindible para el desarrollo económico. Invertir en defensa ya no está tan mal visto. La mentalidad ha cambiado y también el pensamiento reputacional de las empresas de defensa.

De cara al futuro, ¿qué objetivos fija Aesmide?

Ahora mismo estamos desarrollando un plan estratégico de lo que es la asociación y lo que puede aportar al cliente principal, las Fuerzas Armadas. También tenemos un componente civil, muchos productos, servicios y tecnologías son duales. Para nosotros es muy importante la participación en grandes programas con las empresas tractoras. Y en el ámbito internacional, el objetivo es exportar proyectos de nuestras empresas como el de vestuario del Ejército de Tierra o sistema remotamente tripulados a otros países.

¿Qué deberes pondría a la Administración? ¿Cómo mejorar la relación público-privada?

La contratación es muy compleja. La Ley de Contratos del Sector Público y la Ley de Contratos de Defensa y Seguridad deben implantarse en todos los términos. Es decir, aplicar lo que está establecido legalmente como los contratos negociados sin publicidad o de emergencia como han hecho otros países en Europa -Francia o Alemania- con motivo de la guerra en Ucrania. También es clave facilitar al Ministerio de Defensa un presupuesto adecuado desde el comienzo del año. Los ciclos de los productos de defensa son superiores además a un año; no se compra de la noche a la mañana y el producto de defensa contempla unas fases de diseño y desarrollo, lo que implica problemas logísticos a los órganos de contratación y las empresas. Siempre están con la espada de Damocles, porque el ciclo presupuestario se cierra el 5 de diciembre y toca entregar los productos que a veces se han adjudicado en septiembre. La Ley de Contratos de Defensa y Seguridad se aplica menos que en otros países y es una forma legal de contratación. En los últimos años, de 11.000 millones de euros de contratación por esta línea solo se contrataban menos de 2.000 millones. 





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