La Guardia Civil ultima un contrato valorado en 23,5 millones de euros para la puesta a punto de los dos aviones CN-235 de su Servicio Aéreo (Saer), utilizados principalmente en misiones de vigilancia marítima en la lucha contra la inmigración.
Los trabajos incluyen el servicio de mantenimiento, revisiones e inspecciones. El contrato fue aprobado la semana pasada en el Consejo de Ministros, sin embargo, la referencia posterior a la reunión no aportaba casi información y la inversión en los aviones pasó desapercibida.
El Servicio Aéreo de la Guardia Civil tiene en servicio dos aviones CN-235, adquiridos en 2008, y un Super King Air 350i, operativo desde hace cuatro años. Los CN-235 están equipados con el sistema FITS (Fully Integrated Tactical System) que incluye dos consolas multifuncionales que permiten controlar y presentar la información de los sensores de vigilancia (radar, FLIR, AIS) para el control fronterizo, servicio de salvamento y para la vigilancia marítima.
Aunque tienen la base en Torrejón, donde está el cuartel general del Saer, los aviones realizan despliegues temporales en Canarias, Mauritania y Senegal. En este último país, el Ministerio del Interior envió uno de los CN-235 hace apenas un mes. También han participado en misiones de Frontex en el Mediterráneo, de hecho, uno de estos aparatos estuvo destacado en la base de Sigonella en Sicilia.
Entre sus misiones destacan la búsqueda y rescate, lucha contra la inmigración irregular, el narcotráfico y el contrabando, traslados logístico de material o personal o traslado urgente de detenidos o presos.
Airbus es el principal candidato a este nuevo contrato de mantenimiento de los CN235. La compañía se ha llevado prácticamente todas las licitaciones para estos trabajos abiertas por la Guardia Civil desde el inicio de la operación con estos aviones.
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