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Cuántica, energía láser, IA y fotónica, las tecnologías que marcarán la diferencia en el sector de la defensa
Las tecnologías disruptivas y su implantación en el sector de la defensa han sido el tema central de la segunda jornada de los Diálogos en la EOI, organizado por IDS y la Escuela de Organización Industrial, en la que han participado las empresas Arquimea y Grupo Oesía y el Ministerio de Defensa.
Durante la jornada, los ponentes hablaron largo y tendido de la inteligencia artificial, la tecnología quizás como más aplicaciones a la defensa, aunque también aparecieron otras con un enorme potencial. El comandante Carlos Calderón, al frente del I+D en la DGAM, puso el acento en la energía láser, un área en la que el Ministerio de Defensa ya tiene algunos proyectos, y en la computación cuántica para criptografía. Por su parte, Miguel Ángel de Frutos, director de UAV Navigation-Grupo Oesía, hizo hincapié en las oportunidades de la fotónica, mientras que Rubén Criado, director general del Arquimea Research Center, destacó la capacidad de la IA, la cuántica, la biotecnología o la robótica avanzada para transformar el sector.
Los participantes también reflexionaron sobre otras cuestiones como las oportunidades y, sobre todo, los retos de estas tecnologías; la necesidad de avances en la regulación para una aplicación real; y la importancia de la educación y la inversión en I+D en el desarrollo de tecnologías junto con la planificación a medio y largo por parte de la Administración.
Calderón en su intervención destacó que el Ministerio de Defensa trabaja para explicar “mejor” a las empresas las necesidades en I+D y cuenta con un sistema de observación tecnológico que intenta ir por delante “siete u ocho años” para definir las capacidades que necesitarán las Fuerzas Armadas. También señaló que los planes de estudio de la enseñanza militar ya han sido modificados para formar a los alumnos en nuevas tecnologías como la IA, el blockchain y el big data. Respecto a la legislación, puso como ejemplo los sistemas antidrón. “Nos hemos dado cuenta de que falta regulación para instalar un equipo C-Rpas”, comentó en su turno.
Por su parte, De Frutos subrayó que “la verdadera tecnología disruptiva es aquella que la sociedad demanda” y resaltó además que la legislación debería ser más “ágil y clara” para atraer la inversión privada. “Ahí esta la barrera”, remarcó. Mientras, Criado defendió la necesidad de una estrategia a todos los niveles para avanzar en las tecnologías disruptivas. También hizo hincapié en que “está demostrado que el país que invierte en educación tiene un mayor desarrollo”. En la línea de los otros dos ponentes, recordó que “en ciertos ámbitos la legislación va más despacio que la tecnología”.
La IA y sus riesgos
Una parte del debate estuvo enfocado a los riesgos de las tecnologías disruptivas, en especial, la inteligencia artificial. De Frutos dejó claro que “donde no llega la legislación debe llegar la ética” y también reflexionó sobre las nuevas tecnologías y sus efectos en perfiles labores que podríamos considerar clásicos. “No hay que destruir trabajo, sino convertir”. Para Criado de Arquimea, tecnologías como la IA provocarán cambios profundos, pero al final “el resultado siempre será de progreso y de bien general”.
Desde el punto de vista militar, el comandante Calderón expuso que, a pesar de la irrupción de la IA, “en toda decisión, la última palabra la tendrá el militar, la tecnología apoya la decisión del mando”. La transición, agregó, será compleja en áreas como el big data, la fabricación aditiva, el 5Gg o la programación en sistemas autónomos. También lanzó un mensaje al sector: uno de los riesgos es depender en ciertas tecnologías de terceros países.
La búsqueda del perfil disruptivo
La conversación y el intercambio de opiniones con el público asistente también permite ahondar en otras derivadas de las nuevas tecnologías como el talento o la necesidad de un entorno que propicie la disrupción.
Los participantes coincidieron en que no existe una fórmula para llegar a las tecnologías disruptivas, pero sí hay ciertos perfiles y cualidades que ayudan. Según Criado, “para gestionar estas tecnologías hay que tener creatividad; un perfil generalista, ser atrevido y flexible en las decisiones” y a la vez “abordar los problemas desde distintos puntos de vista”. Criado puso el foco en “la guerra por el talento” que existe en la actualidad y en la necesidad de investigadores de base, pero también de perfiles que sepan explotar las innovaciones y convertirlas en productos con “con tolerancia a la frustración para superar el fracaso y persistir hasta dar con la clave. También destacó la importancia de generar en las empresas espacios de I+D abiertos, “con menos despachos y corbatas”.
Por último, Calderón, incidió en la necesidad de una “visión de conjunto” y comentó que desde el Ministerio Defensa apoyan “las iniciativas de las empresas para retener talento y no depender de terceros”.
