El Ministerio de Defensa lanzará este año trece nuevos programas de adquisiciones de una tacada. El departamento, gracias al incremento presupuestario, comprará misiles contracarro, cazas, lanzacohetes, drones, radios de última generación o aviones de patrulla marítima.
La Secretaría de Estado de Defensa, que dirige Amparo Valcarce, quiere aprovechar las oportunidades que ofrecen los nuevos programas para actualizar la Estrategia Industrial de Defensa y sentar las bases del desarrollo presente y futuro de un sector que aspira a tener un papel clave en España, en la modernización de las Fuerzas Armadas, y también fuera de nuestras fronteras, en los nuevos programas de defensa de la Unión Europea.
En este plan, el Ministerio de Defensa no está solo, también participan otros departamentos como Ciencia, Industria, Presidencia o Hacienda, lo que pone de manifiesto, al menos sobre el papel, el interés por involucrar a todos los actores que tienen algo que decir en la política industrial de defensa.
La nueva hoja de ruta para los próximos años parte de la base de que las empresas del sector tienen una amplia presencia en todo el territorio español y vertebra la industria de defensa en torno a tres corredores, según recoge una presentación de la secretaría de Estado de Defensa sobre la citada estrategia, a la que ha tenido acceso Infodefensa.com.
En primer lugar, está el eje Cádiz-Sevilla con 124 empresas y unos 6.100 puestos de trabajos, en torno a Airbus, Navantia y GDELS-Santa Bárbara Sistemas y otras firmas como Aciturri, Aernnova, Tecnobit e ITP Aero. El segundo corredor se encuentra en la cornisa cantábrica con una prolongación hasta Zaragoza, con 127 compañías y 4.000 empleos. Entre las compañías destacan GDELS-Santa Bárbara Sistemas, Urovesa, Navantia, Expal, Sapa Placencia, Instalaza, Aernnova y Aciturri. Y el tercer corredor se constituye en el eje Madrid-Albacete-Murcia, con hasta 394 empresas y casi 17.000 trabajadores. En este caso, Defensa menciona a Airbus, Expal, Indra, ITP Aero, GMV, Hisdesat, Escribano, Navantia, MBDA, Sener, Tecnobit, Thales y Telefónica.
Defensa busca, podríamos decir, nuevos mensajes para nuevos tiempos. Esta distribución del sector es algo novedoso. El ministerio también introduce términos como “capilaridad”, para referirse a la amplia extensión de la industria por la geografía española, e insiste en la idea de que las nuevas inversiones benefician a todo el territorio.
Programas nacionales y colaboración
El ministerio apuesta por la compra de soluciones diseñadas y producidas por la industria española para satisfacer las necesidades de las Fuerzas Armadas. Esta es una de las claves (quizás la más importante) de la nueva hoja de ruta. En concreto, persigue “priorizar las alternativas de obtención basadas en desarrollos nacionales”.
Si esto no es posible, el ministerio apunta que la solución adquirida será “interina” y a la vez se promoverá el desarrollo de una “alternativa nacional”. Por otra parte, en las compras directas, el fabricante deberá asegurar al Ministerio de Defensa la “autonomía en el sostenimiento”.
El departamento que dirige Margarita Robles también traslada al sector un mensaje: es el momento de fomentar la cultura de la colaboración frente a la fragmentación del sector. A este respecto, la estrategia apuesta por empresas tractoras y la creación de consorcios estratégicos, que integren también a pymes y startups, y aboga por aumentar el tamaño de las empresas para mejorar la competitividad en el mercado internacional. En este punto, hay que señalar que ya hay movimientos en el sector de cara a la creación de consorcios como es el caso de Satnus para el FCAS o SMS en el área de los misiles y armamento guiado.