Escribano ha sido la primera empresa en instalarse en Córdoba a raíz de la llegada a la capital andaluza de la Base Logística del Ejército de Tierra (BLET) y lo ha hecho con un proyecto muy ambicioso. A los casi dos millones de euros que han costado los 23.000 metros de terreno y los dos edificios adquiridos, se suman ahora cinco millones de euros en maquinaria, ya comprada y pendiente de entrega, para diseñar y fabricar en las instalaciones, entre otras cosas, lanzadores y munición inteligente. Esto quiere decir que si finalmente Escribano se hace con el programa Silam, el nuevo lanzacohetes múltiple móvil del Ejército se producirá en Córdoba. La empresa calcula que, en términos generales, la inversión total de la primera fase será de 20 millones, incluyendo las cantidades antes citadas, y esa cuantía se irá incrementando en fases posteriores con el objetivo de llegar a superar los 200 empleos (de inicio se crearán más de 100).
Según ha podido saber infodefensa.com, el atractivo de Córdoba no solo radica en la cercanía de la Base Logística del Ejército, si bien es una de las prioridades para la empresa. El motivo es que Escribano, como fabricante de equipos altamente tecnológicos que requieren de un mantenimiento y un cuidado específico, como las estaciones de armas, necesita estar cerca de esos equipos. Esto significa que otra de las capacidades que dentro del plan industrial de Escribano parecen, en principio, destinadas a Córdoba, es la integración final de sistemas, lo que significa que la empresa podría trasladar allí todos los grandes vehículos con los que trabaja.
Córdoba, además, ofrece a la empresa una zona de pruebas de tiro excepcional, Cerro Muriano (la empresa ya tiene un acuerdo previo con el Ejército), a apenas 20 minutos de las antiguas instalaciones de la vieja fábrica de Silo Córdoba, adquiridas por la empresa para su nueva factoría. En los dos edificios que ha comprado Escribano se instalarán, en la estructura industrial de 10.000 metros, el mecanizado de gran tamaño y, en el edificio de oficinas de más de 1.000 metros, un centro de ingeniería similar al que la compañía ya posee en Alcalá de Henares. Este centro se especializará en inteligencia artificial y software y ahí surge otra de las ventajas de la ubicación: la cercanía con la Universidad.
Escribano ya instaló su sede central a pocos metros de la Universidad de Alcalá y ahora ha hecho lo mismo con la Universidad de Córdoba. El motivo principal es que la empresa apuesta por el ámbito académico como socio imprescindible para su propio desarrollo. En este sentido, como ocurre en Alcalá, la empresa pondrá en marcha diversos programas junto a la Univerdad tanto en IA como en software. Estos dos conceptos son primordiales para la compañía por un motivo. Sus torres de armas, su principal producto actualmente, son difícilmente mejorables en cuanto a cuestiones como el sistema de tiro, por lo que la única manera de evolucionarlas y alejarlas cada vez más de sus competidores es, según la empresa, dotarlas de mejores capacidades, como, entre otras, nuevos sensores, mando y control de los sistemas o soluciones más avanzadas como la munición ABM de 40 mm antidrón.
Es de reseñar que uno de los objetivos de Escribano siendo la primera empresa en instalarse en este nuevo polo industrial de la defensa, es ser tractor de otras compañías de la misma manera que lo será la BLET.