Tal día como hoy, 22 de agosto, pero de 1717, un contingente español desembarcaba en la isla de Cerdeña en una campaña que duró varios meses conocida como la conquista de Cerdeña. El Sacro Imperio Romano Germánico disputó la región a España en una contienda que finalizaría en noviembre y que fue la antesala de la Guerra de la Cuádruple Alianza.
Los españoles, bajo el mando del marqués de Lede, Juan Francisco de Bette, y del duque de Montemar, José Carrillo de Albornoz, contaban en sus filas con 9.000 hombres, nueve navíos de línea, seis fragatas, tres galeras, dos brulotes y 80 buques de transporte. Con esta fuerza salieron del puerto de Barcelona dispuestos a hacerse con la isla.
La llegada de la expedición a Cerdeña fue el primer paso de una rápida conquista. Una de las razones principales de esta veloz ocupación fue el descontento de la población. El marqués de San Felipe, Vicente Bacallar y Sanna, aprovechó esta insatisfacción local para alentarles en contra de sus gobernantes. Aun así, varias ciudades se resistieron, como Cagliari, pero pronto cayeron ya que apenas podían contar con refuerzos.
Debido a que el Sacro Imperio estaba dedicando sus esfuerzos a su guerra contra los otomanos, apenas tuvieron capacidad de respuesta tras la conquista. La isla se mantuvo en poder español hasta la retirada del virrey Gonzalo Chacón de Orellana el 5 de agosto de 1720.