La reunión entre los países miembros del programa A400M y la compañía Airbus esta semana Londres ha servido para despejar las dudas en torno al futuro de la planta de Airbus en San Pablo en Sevilla, donde tiene lugar el ensamblaje de la aeronave de transporte fabricada por la multinacional europea. El ministerio de Defensa español destaca en una nota que el encuentro "permite asegurar la viabilidad de la FAL (Final Assembly Line) de San Pablo, Sevilla, durante la próxima década".
Además, el departamento dirigido por María Dolores de Cospedal detalla que la reunión también ha cerrado "una ampliación en el plazo en la toma de decisiones sobre el destino final del último segmento de estas aeronaves". Este acuerdo se materializó en una declaración de intenciones de alto nivel entre las partes del programa.
La Línea de Ensamblaje Final (FAL) del A400M, situada en la planta de Airbus en las cercanías del aeropuerto hispalense de San Pablo, es el centro neurálgico de un programa clave para la industria aeronáutica militar de Europa. La instalaciones ocupan unos 58.000 metros cuadrados divididos en tres hangares: la nave de montaje, la nave de pruebas en tierra y la línea de vuelo.
El programa tiene además un peso importante en el empleo y en la industria de la provincia. Solo en la FAL de Sevilla trabajan unos 1.200 empleados. Estas instalaciones ademáshan permitido el desarrollo en la capital andaluza de un polo industrial asociado con 12.000 puestos de trabajo relacionados de forma indirecta con el avión.
En 2017, Airbus entregó una veintena de A400M a los clientes del programa. Después de superar los problemas en los motores, la planta de ensamblaje logró el año pasado funcionar a pleno rendimiento. De cara a los próximos años, la multinacional europea ya anunció en diciembre que reducirá la cadencia de producción para adaptarse a los nuevos plazos de entrega acordados con los países que forma parte del proyecto.
A la reunión en Londres asistieron representantes de los siete países del programa A400M: Alemania, Bélgica, Luxemburgo, Francia, Reino Unido, Turquía y España. Ademá participaron miembros de la Occar, como organización que gestiona el proyecto, y de la compañía Airbus, como líder industrial de la aeronave. Los países miembros acordaron una próxima reunión a lo largo de 2018, al objeto de revisar los progresos del programa.