El programa australiano de submarinos ya acumula 9 meses de retraso

Una auditoría oficial revela que el programa australiano de submarinos suscrito con la compañía francesa Naval Group “está experimentando nueve meses de retraso en la fase de diseño”, cuando no ha transcurrido ni un año desde la formalización del contrato, que tuvo lugar el pasado febrero. “Como resultado, Defensa no puede demostrar que su gasto de 396 millones de dólares [australianos] en el diseño del futuro submarino haya sido completamente efectivo para lograr los dos hitos de diseño más importantes hasta la fecha del programa”, según se recoge en el punto 11 del informe de la Oficina Nacional de Auditoría de Australia (ANAO, por sus siglas en inglés) publicado este mes.

Distintas informaciones recogidas en la prensa sobre esta demora, en las que se apunta incluso el riesgo de cancelación de contrato, han llevado al Departamento de Defensa del país a emitir un comunicado este miércoles incidiendo en que la nación “está totalmente comprometida a trabajar con Francia y Naval Group en la entrega de la flota de submarinos de la clase Attack, que sigue siendo una capacidad estratégicamente vital para nuestra fuerza de defensa en el futuro. El texto advierte de que, “contrariamente a las interpretaciones de los medios sobre el último informe de la ANAO acerca del futuro programa de submarinos, la Junta Asesora de Construcción Naval no aconsejó a defensa que se ‘alejara’ de Naval Group”. Lo que realmente ha hecho, señala, es seguir “evaluando todos los riesgos que asisten a este programa altamente complejo”. En este contexto, añade, “estamos adoptando estrategias relevantes de mitigación de riesgos”, como reconoce la ANAO, explica.

El Departamento de Defensa únicamente se refiere en su escrito a que “el primer hito principal programado en virtud del contrato de diseño se alcanzó cinco semanas después de lo previsto”. Y añade que Defensa y Naval Group están trabajando para recuperar este retraso antes del próximo hito importante contratado, en enero de 2021”

“Es importante destacar que la entrega del submarino clase Attack no se ha retrasado”, afirma el comunicado. “Reconociendo la escala de este programa, seguimos confiando en que nuestro trabajo en el programa submarino clase Attack con Naval Group y Lockheed Martin Australia está progresando a fondo y dará como resultado la entrega de una capacidad submarina regionalmente superior para Australia desde principios de la década de 2030”, apunta.

Cancelación del contrato

Algunos medios han advertido sobre la posibilidad de que Australia cancele su acuerdo con Naval Group, que implica un reto tan complejo como desarrollar submarinos convencionales a partir de un modelo nuclear francés (el Barracuda). De ocurrir algo así, Canberra debería hacer frente a una sanción de más de 400 millones de dólares.

Naval Group fue seleccionada en 2016 como la mejor opción para dotar a Australia de una docena de submarinos por un valor estimado en 50.000 millones de dólares, en el denominado programa SEA 1000. La oferta de la compañía francesa DCNS (como aún era conocida entonces la actual Naval Group) se impuso de este modo a sus competidores japoneses (Kawasaki Heavy Industries y Mitsubishi Heavy Industries) y alemanes (ThyssenKrupp Marine Systems –TKMS). Las compañías españolas Navantia y la sueca Saab también tuvieron opciones hasta meses antes de que Australia anunciase que la opción elegida era la francesa.

El acuerdo con Naval Group fue finalmente suscrito el pasado mes de febrero. Los submarinos de la futura clase Attack sustituirán a los actuales buques de la clase Collins, que se prevé que sean retirados del servicio a mediados de la nueva década.